Llevando el shofar a las calles
Por Larry Robinson
Connecticut, USA
Mi suegra Alice Williams, tuvo un derrame en diciembre del 2009. El doctor dijo que viviría lo máximo dos meses si acaso. Ella también tenia demencia y Alzheimer. Estuvo en el hospital por unas semanas y luego la pasaron a un centro de rehabilitación donde el doctor dijo que viviría por un corto de tiempo, después de muchas oraciones y declaraciones de sanidad la pusimos en las manos del Señor.
Después de eso recibí un shofar de regalo con un CD de instrucciones de un Rabí de una congregación judía en Orange, Connecticut.
Semanas después mi esposa y mi hija planearon ir a visitar a mi suegra. Ella había sido trasladada a otro lugar porque su condición había empeorado.
Yo sentí al Espíritu Santo dirigirme a ir a su casa y sonar el shofar y después ir al lugar donde la tenían y soplar la presencia de Dios en ese lugar.
Desde octubre 6 del 2010 mi suegra come por si misma, habla y su memoria ha sido restablecida grandemente. Las señales del derrame han ido desapareciendo, ella ahora reconoce a sus familiares y amistades.
Nos dijeron que podíamos llevarla a su casa los fines de semana, una vez al mes viajamos de Connecticut a Winchester Va. donde yo soplo el shofar y ministro a ella y a los que viven ahí la presencia de Dios.
Ahora yo voy a las partes mas malas de mi ciudad y soplo mi shofar en las Cámaras de Comercio.
El Espíritu Santo me dirigió al parque a la hora adecuada pero yo no sabía cual iba a ser la reacción de la gente. Cuando soné el shofar la gente paró y solo miraban y escuchaban y decían que después de sonarlo el aire se había aclarado, otros decían que sintieron que una paz vino sobre el lugar.
Recientemente sentí un llamado fuerte de ir a Washington, D.C. y de llevar el shofar conmigo, en ese momento no tenía forma de ir ni donde quedarme, pero yo se que cuando Dios da una visión también da la provisión.
Un amigo mío me pidió que acompañara a su hijo el cual nació con una incapacitación, a Washington por siete días con todos los gastos pagos. Mientras estuviéramos ahí tenia que estar con su hijo por cuatro horas al día y después el resto del tiempo era mío para que hiciera lo que quisiera (Dios sabe lo que era mejor)
Yo fui dirigido a orar por arrepentimiento por la oscuridad que ha cubierto a la capital de nuestra nación desde su fundación y por el arrepentimiento de los pecados que fueron cometidos en el nombre de Dios. Sople el shofar alrededor de Washington y cerca de la Casa Blanca, el Senado y el Congreso, pidiendo que el perdón y la misericordia prevalezcan. Estaba pidiendo por protección divina por nuestro presidente y su familia.
Timoteo, un hombre que no tiene donde vivir lo conocí en el parque y empezó hablar del shofar y de lo que significaba para él. El dijo que sonaba como que Dios le estaba hablando y lo sintió en todo su cuerpo. Le pregunte que si quería entregarle su vida al Señor y él dijo que si. Si nada mas pasó en lo que hice, yo se que el cielo se alegró por una alma mas.
Teclar aquí para ver nuestros shofares.