Por Mae Thompson

Llegar a una ciudad como Guatemala, en la  misión de mostrar El Libro de Urantia en la Feria del Libro y en un lugar donde nunca antes había estado , fue una de las más mágicas experiencias que he tenido. El sensación de aventura me invadió. Habrá muchas aventuras en el mundo pero ninguna es igual.  La aventura específica en que estaba involucrada consistía en un pequeño equipo de voluntarios y maletas con Libros de Urantia. Los miembros de este pequeño equipo fueron  Buck Weimer, Dolores Nice, Agustín Arellano, April Helen y yo. Todas estas maravillosas personas fueron esenciales para mi aventura y experiencia personal. Fue una bendición haber viajado con tan extraordinario equipo.

En el primer día de nuestra aventura fuimos al stand a terminar de arreglarlo. Los libros se colocaron en los estantes, los posters en las paredes, y el equipo estaba ansioso de empezar. A este punto todavía estaba tratando de hacerme a la idea de que estaba en Guatemala, representando El Libro de Urantia. El primer día observé algo que no había percibido antes; mucha gente muy interesada paraba y hacía preguntas. Las preguntas fueron, por supuesto, en español, sin embargo yo estaba impresionada por la cantidad de gente que paró aunque solo fuera para mirar un poster. Había esa verdadera sensación que no se puede sentir hasta que vives la experiencia por ti mismo. La idea de que la gente está realmente interesada en El Libro de Urantia en gran escala era impresionante. La mayoría de las personas que asistieron a la feria del libro en El Parque de Industria era gente joven. Gente de mi edad con curiosidad por el libro Era refrescante ver la abundancia de gente joven  1.) Estar en la feria del libro. 2.) Estar tan abiertos a nuevas ideas. La sensación de crear un cambio se debió a esta gente joven, de mentalidad amplia y escuchando lo que yo les decía.

Me viene a la mente mi siguiente experiencia al hablar Español. No puedo decir que hablo Español de manera fluida, pero puedo decir con certeza que traté. Había tomado tres años de Español en la escuela , pero eso me preparó muy poco para lo que se requiere estando en un país donde se habla Español.  Me pude comunicar muy poco los primeros días, pero empecé a intuir qué decir a la gente interesada . Aunque no perfectamente claro, era capaz  de dar el mensaje! Un mensaje que era mas bien re-traducido por Dolores y Agustín, quienes hablan Español fluidamente. Así, me sentí más cómoda con el lenguaje conforme pasó el tiempo. Fue impresionante el como estando inmersa en un lenguaje puede casi instantáneamente cambiar todo. Encontré una nueva razón para aprender verdaderamente Español. Esta razón no me la enseñó la clase de Español, la encontré por mi misma.

Durante las dos semanas que estuvimos ahí nuestro equipo no solo trabajó en la feria del libro sino tambien pudimos explorar Guatemala y conocer a la gente local. La gente de  Guatemala es la gente más amigable que he conocido. Sienten mucho orgullo de su país y muy honrados cuando la gente los visita. Las dos familias locales que primeramente conocí fueron la Familia Pineda y la Familia González . La Familia González nos abrió las puertas de su casa y ahí tuvimos cena, lunch y café. Su hospitalidad se sintió honesta y sincera. La Familia Pineda compartió con nosotros durante dos horas cuando vinieron a ayudar a arreglar el stand, y un joven lector Daniel (tercera generación de lector) vino a compartir varias veces. En algún momento riendo con la Familia Pineda, parecía que la barrera del lenguaje no importaba. Era como si fuera parte de la familia. Los lectores allá estaban contentos y agradecidos de que estábamos con ellos y que trajimos libros. Creo que fue igualmente importante encontrarnos con lectores locales e involucrarnos en la cultura, como lo fue la experiencia de la feria del libro.

El Proyecto 2X2=More (Más) de la Northern Light Society nos patrocinó a April Helen y a mi nuestro viaje a Guatemala. Es por demás decir que tuvimos un gran tiempo conociéndonos y trabajando juntas. Compartimos cocos frescos, cruzamos calles con tráfico, corrimos a través del tren juntas..Eran aventuras adentro de una aventura.  Durante la feria, me sentaba en el stand enrollando vitaminas espirituales, mientras conversábamos sobre la vida. Estábamos unidas en nuestro amor por la gente y gusto por viajar. Era sensacional aprender y hablar con alguien que ha crecido con el libro. Hablábamos todo el tiempo y fue genial! Fue significativo ser , April y Mae.

Regresando a casa había una gran sensación de tranquilidad. La idea de haber sido capaz de transmitir lo que creo a través de mis palabras y acciones aumentó mi sensación de conexión. Las palabras que dije a la gente nueva que pasaba empezaban a resonar más y más en mi. Me dominaba el sentimiento de que todos estamos conectados bajo un Dios.  No importaba de donde eran las familias que pasaban por nuestro espacio, Yo se que tenemos que amarnos y respetarnos unos a otros. Se me hizo claro que hay mucho por hacer en el mundo y que es nuestro trabajo, como lectores de una revelación,  hacer lo mejor para lograr la sensación de unidad. Me gustaría pensar que a través de esta experiencia descubrí un poco más quién soy y lo que quiero. Siento que tengo una gran familia allá en  Guatemala, México, California, Colorado, y en  Costa Rica. Fue un honor y una bendición tener la oportunidad de diseminar las enseñanzas de El Libro de Urantia con ese maravilloso equipo y el Proyecto  2×2= Más.