Como mencionamos en la columna de la semana pasada, existen dos profesionales que son fundamentales a la hora de mejorar la ejecución económica de un negocio o lograr su reestructuración, con o sin una quiebra.
Ahora, nos proponemos discutir el papel de un contador o del contador público autorizado en los trámites previos o durante la quiebra.
En los negocios formales, la contabilidad se realiza internamente o se delega a una firma de contadores o de contadores públicos autorizados. Es durante este trámite de la teneduría de los libros que se cumplimentan los documentos fiscales requeridos para operar un negocio. Estos asesores deberían mantener una comunicación constante con sus clientes a los fines de identificar circunstancias que indiquen el deterioro de las condiciones económicas del negocio.
La comunicación es de dos vías, ya sea del profesional hacia al cliente o del cliente indagando sobre la situación y solicitando consejo para mejorar la ejecución económica de la empresa. Por ende, mantener una contabilidad completa y efectiva es esencial para poder identificar a tiempo cualquier problema futuro que conduzca a un posible fracaso del negocio.
Los profesionales de la contabilidad deben estar pendientes de las fluctuaciones que puedan indicar un deterioro de la situación del negocio y aconsejar a su cliente para que se tomen las medidas correspondientes.
Cuando un negocio sufre problemas financieros, los profesionales de la contabilidad deben colaborar en el proceso de negociación con los acreedores para llegar a un acuerdo sin quiebra o una quiebra pre-arreglada o pre-acordada-negociada total o parcialmente. Una quiebra pre-arreglada o pre-acordada ocurre cuando durante el proceso previo a la quiebra se llega a acuerdos con los acreedores para la aprobación total o parcial de un plan de reestructuración o liquidación. En estos casos, el proceso del caso de quiebras suele ser más expedito.
Cuando se han explorado infructuosamente todas las alternativas para mejorar la viabilidad de un negocio, puede ser necesario la presentación de una petición de quiebras. Ahora, el papel de los profesionales de la contabilidad se convierte en esencial, pues hay que culminar todos los procesos de contabilidad y de cumplimiento de ley que estén pendientes, para poder radicar. Por ejemplo, es necesario rendir las planillas fiscales pendientes y completar al tiempo más reciente, como mínimo, los siguientes documentos:
- Estados financieros
- Detalles de cuentas por cobrar
- Detalles de cuentas por pagar
- Gastos Acumulados
- Deudas a largo plazo
- Detalles de los acreedores e información de contacto
- Información detallada de los activos
- Pagos a los acreedores en últimos 90 días
- Pagos a las personas intimas o relacionadas al negocio en el último año
- Detalle de los contratos vigentes
- Ventas o transferencias de activos en los últimos dos años
- Evidencia de cumplimiento con las agencias gubernamentales
El proceso de reestructuración bajo una petición de quiebra, requiere de manera ordinaria, a menos que se obtenga un relevo de la Corte, la apertura de cuentas bancarias nuevas. No obstante, siempre se requiere abrir libros nuevos de contabilidad. Es decir, se cierran los libros anteriores que representan las transacciones económicas antes de la petición de quiebras y se abre un nuevo juego de libros, para que la Corte de Quiebras tenga evidencia confiable de las operaciones económicas de la empresa luego de haber radicado su petición.
Los profesionales de la contabilidad asisten al abogado o abogada en la preparación de toda esta documentación para radicar la quiebra. Sin embargo, si van a participar posteriormente en el proceso como asesores, tienen que realizar una determinación, conforme a sus estándares éticos, sobre si tienen algún conflicto de intereses o algún factor que afecte su independencia para asesorar a la empresa en el proceso de quiebra. Por ejemplo, no pueden ser acreedores del deudor porque tienen un claro conflicto de intereses.
En muchas ocasiones una empresa en problemas tiene cuentas por pagar con su contador o contador público autorizado y esta persona va a seguir trabajando en este caso. Esta cuenta debe saldarse antes de radicar la petición de quiebras. De otra manera, este profesional sería otro de los acreedores no asegurados del deudor.
El profesional de la contabilidad, ya sea en su carácter de contaduría o como asesor financiero, puede apoyar en el proceso de determinar la validez de las reclamaciones de los acreedores. En la petición de quiebra se incluyen las deudas según evaluadas por el deudor, pero los acreedores pueden tener otra opinión sobre su monto o condiciones. El profesional de la contabilidad o asesor financiero puede participar en esa determinación.
Además, el profesional de la contabilidad o asesor financiero debe apoyar en la estrategia e implantación del proceso de negociación con los acreedores para lograr su consentimiento para modificar los acuerdos de créditos que faciliten el cumplimiento con un plan de reestructuración. Igualmente, deben apoyar en la redacción del Escrito de Divulgación para la aprobación de la Corte de Quiebras. Finalmente, participan en la preparación del Plan de Reestructuración y las enmiendas que sean necesarias.
El profesional de la contabilidad o asesor financiero puede participar en los procesos de negociación y votación para la aprobación del plan. Por último, estos profesionales deben asesorar o supervisar el cumplimiento del plan.
Cuando un negocio entra en dificultades económicas, la selección de un contador o contador público autorizado, es esencial para el éxito de una reestructuración. Usted debe asegurarse de que este profesional tenga alguna experiencia en estos procesos, particularmente en las medidas que se deben tomar en una empresa para lograr su viabilidad. Como en el caso del abogado o abogada, consulte con personas que hayan tenido este tipo de experiencia a los fines de determinar qué profesionales cualificados están disponibles en su área.