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Somos personas de pactos. Podemos anticipar un gran movimiento en nuestra vida si es que reconocemos, sabemos escuchar y actuar sobre lo que nos dice la voz de Dios.
Dios nos habla por medio de nuestro espíritu. Necesitamos escuchar la voz de Dios con atención para poder actuar conforme a nuestro propósito en la vida. Lo que escuchamos es lo que domina nuestro actuar y nuestras decisiones en la vida.
La Palabra de Dios está disponible para nosotros. Lo que necesitamos hacer es tomar una pausa en nuestra vida de manera regular para preguntarnos "¿qué es lo que Dios está tratando de decirme?" Escucha con atención para poner acción lo que Él está diciendo.
Mi oración es que la virtud y el conocimiento de la Palabra de Dios en ti se encuentren firmes de manera que Su paz prevalezca en tu vida.
Randy Morrison
www.randymorrison.org
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1. Reconocedor de voz
 El reconocer la voz de Dios requiere escuchar con atención. El reconocer Su voz también requiere que pongamos atención en qué es lo que se nos está diciendo a nosotros. Sin embargo, el escuchar y poner mucha atención no lo es todo. Debemos combinar esto con el tomar acción sobre el mensaje de Dios. El reconocer la voz de Dios sobre todas las demás voces que vienen a nuestra vida es esencial para lograr nuestro propósito en la vida.
Elías ( 1ra de Reyes 19) permitió que una voz externa lo alejara de la voluntad de Dios. Las voces externas están diseñadas para hacernos dudar de Dios. El reconocer la voz de Dios nos asegurará que nuestro camino se encuentra alineado con las promesas de Dios.
Lee 1ra Reyes 19. Piensa en Elías. Considera qué es lo que Elías debió hacer diferente para rechazar el impacto de Jezabel en su vida. Reflexiona en qué es lo que vas a hacer cuando vengan voces externas a tu vida, las cuáles tratan de sacarte del camino que Dios tiene para tu vida.
Recuerda: El escuchar es la puerta principal para procesar información. Lo que escuchamos trae atención a la información, impacta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos (de manera negativa o positiva). La voz que tiene más influencia en nuestra vida nos va a controlar.
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2. Palabras sin miedo
Una buena medida para separar la voz de Dios de todas las demás que llegan a nuestra vida es reconocer que la voz de Dios no va a producir un espíritu de miedo. Si las palabras que escuchamos son negativas, podemos estar seguros que no vienen de Dios. Cuando Dios nos habla, siempre traerá un camino, no nos vamos a encontrar encajonados o atrapados sin poder salir de ninguna manera. La voz de Dios no nos llevará a un callejón sin salida, sino que va a crear caminos directos hacia la verdad sin tener como compañero a la ansiedad o temor.
Recuerda: la ventaja de escuchar la voz de Dios es que nos brinda el conocimiento para mejorar en nuestra vida diaria.
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3. Sé activo
Lo que se procesa como resultado de nuestro escuchar, depende si somos oidores activos o oidores selectivos. El ser escuchador activo requiere el escuchar lo que se está tratando decir. Significa entender, interpretar y evaluar lo que constantemente estamos escuchando. El oír de manera selectiva es tener la tendencia de descontar información que es contraria a lo que vemos o no cabe en nuestra experiencia. En otras palabras se selecciona la información que se va a procesar. El escuchar activamente produce decisiones y acciones informadas. El oír selectivamente, causará que nos mantengamos al nivel de nuestras experiencias del pasado sin darle importancia a la nueva información recibida.
 Lee Marcos 4:24. Haz un resumen en tu diario de qué es lo que esto significa para ti. Describe las estrategias y las acciones que vas a tomar para escuchar activamente cada día.
Recuerda: los escuchadores activos procesan la información con el propósito de lograr sus metas. Los oidores selectivos filtran lo que escuchan basándose en sus experiencias. Si las experiencias son fracasos, todo lo que hagan será aplicado con fracaso.
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4. Identifica la voz
El distinguir e identificar la voz de Dios requiere el desarrollo de nuestra conciencia espiritual. Esta es la clave para escuchar la voz de Dios, y para bloquear las demás voces externas que nos bombardean. Uno de los factores que necesitamos para reconocer la voz de Dios es el inventario personal de quiénes son las personas que estamos permitiendo en nuestra vida, y si estos "influenciadores" son personas de palabra, 1ra de Corintios 2:9-16 nos alumbra en cuanto a la necesidad de desarrollar nuestra conciencia espiritual. Esta escritura nos indica que "nadie conoce las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios".
 Sabemos que es la voz de Dios porque nuestra conciencia espiritual y la Palabra coinciden. Si la información que estamos recibiendo esta causando conflicto con nuestro espíritu, debemos rechazar la información. Mientras más recibamos conocimiento natural para que este nos guíe, más estaremos en conflicto para escuchar la voz de Dios y encontrar en ella respuestas para los problemas de la vida.
Después de leer 1ra Corintios 2:9-16, haz una nota mental acerca de la revelación que obtuviste acerca de desarrollar tu conciencia espiritual. Guarda estas revelaciones en tu memoria. Cuando venga información nueva a querer influenciar tu forma de pensar, reflexiona rápidamente si es que esto se alinea con tus revelaciones espirituales.
Recuerda: tenemos una ventaja al vivir llenamente en esta tierra si nuestro espíritu humano es lleno de Dios. Lo que sea que obtengas por revelación permanecerá por más tempo que lo que obtengas por información natural.
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5. Formas de hablar
 Dios nos habla en diferentes maneras, incluyendo visiones, sueños, la voz interna, y, por supuesto, Su Palabra. Necesitamos familiarizarnos y estar pendientes de todas estas formas de recibir el mensaje de Dios. Job 33:14-17 refuerza el hecho de que Dios nos habla de formas múltiples. Otro ejemplo lo encontramos en 1ra de Samuel 3. El pequeño Samuel no estaba familiarizado con la voz de Dios, pensó que la voz que había escuchado era la de Elí.
De cualquier manera, Samuel estaba escuchando la voz interna. Dios habló a Samuel en tres ocasiones. La voz interna que escuchó Samuel era audible para él. Muchas veces la voz de Dios suena como alguien que nos esta guiando o siendo un mentor para nosotros. Escribe algún momento en el cuál escuchaste tu voz interna pero la ignoraste. Después de esto, escribe tu compromiso con Dios de acerca de cómo responderás a esta voz interna en el futuro.
Recuerda: no permitas que tus experiencias pasadas te limiten para discernir la voz de Dios.
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