En una época en que escuchamos, en todas las noticias, de los virus que están plagando la humanidad, tenemos que saber que existe un virus que está afectando nuestras relaciones y que ni siquiera conocemos. Este virus se llama "El Virus de la Ofensa". En Marcos 6, tenemos un incidente con Jesús y la comunidad donde Él se crió. La percepción que tenían de Él era diferente a la que Jesús tenía de sí mismo. En sus mentes, Él no estaba calificado para hacer las cosas que hizo, porque estaban sólo familiarizados con su educación y no su propósito dado por Dios. Así que se sintieron ofendidos por él.

El punto de esta historia es que las personas se ofenden cuando hay un malentendido, y eso podría ser el catalizador de muchos de los problemas que encontramos en las relaciones humanas.

La ofensa es un virus que generalmente no se detecta en las emociones humanas. Si no se trata con prontitud, puede dañar rápidamente
 las relaciones, más allá de la reparación de ellas.

Así que hoy continuaremos la búsqueda del antídoto para "El Virus de la Ofensa".

Tu amigo,

Randy Morrison     
www.randymorrison.org  
 
1. LA PRIMERA MENCIÓN... sobre la ofensa en la Biblia se encuentra en Génesis 4. Caín permitió que el virus de la ofensa afectara su actitud. Permitió que la decepción que experimentó, en relación con su ofrenda, dominara sus emociones. Eso capturó su mente y su proceso de pensamiento. Al igual que la gripe, tenemos que lidiar con el virus de la ofensa cuando experimentamos los síntomas de la ofensa. Este virus ataca nuestra actitud, que es nuestro sistema inmunológico emocional. Esto, a su vez, afecta nuestro estado de ánimo, que se refleja en nuestro comportamiento. Cuando nuestro sistema inmunológico emocional es fuerte, combate al virus invasor de la ofensa. La palabra de Dios es el antídoto que utilizamos para fortalecer nuestro sistema inmunológico. La palabra de Dios nos fortalece para resistir este virus mortal. Salmo 119:165 dice: "Los que aman tu ley viven en completa paz, porque saben que no tropezarán".

TENEMOS QUE AMAR LA PAZ: Para evitar el virus de la ofensa, tenemos que amar la paz más que sentirse ofendido. Tenemos que permitir que la palabra de Dios domine nuestro pensamiento, porque todo lo que hacemos es parte de nuestro proceso de pensamiento. Estar ofendido es una respuesta infantil ante las personas y situaciones.
2. ¿QUÉ CAUSA QUE LA GENTE SE OFENDA ?

A. EXPECTATIVAS FALSAS - Hemos descubierto que LAS  FALSAS EXPECTATIVAS hacen que las personas se sientan ofendidas. Las falsas expectativas nacen de la suposición, que puede convertirse en el catalizador para el virus de la ofensa. La suposición es como un espejismo. Un espejismo es una ilusión basada en nuestra imaginación egocéntrica. Cuando descubrimos que el espejismo no se basa en la realidad, estamos decepcionados. Muchas veces respondemos a nuestras decepciones con las palabras, "yo pensé". En 2 Reyes 5, Naamán era un hombre que fue a Eliseo para ser sanado, suponiendo lo que él pensaba. Cuando esto no sucedió de acuerdo con sus expectativas, dejó que la ira hablara las palabras por él... "Yo pensé". La creencia de Naamán no se basó en una evaluación correcta de las instrucciones para realizar que recibió de Eliseo.

B. UN SISTEMA DE CREENCIAS ERRÓNEO es otra causa del virus de la ofensa. Nuestro sistema de creencias afecta nuestro proceso de toma de decisiones por el cual juzgamos todas las cosas. Nuestro sistema de creencias proporciona puntos de referencia para nuestras vidas, que provienen de nuestra experiencia en la vida. Si nuestra experiencia en la vida es limitada, nuestro sistema de creencias será limitado. Existen 4 factores que influyen en nuestro sistema de creencias.

  • ENTORNO - Todo el mundo reside en un entorno. Nuestro medio ambiente se ve afectado por quien está a nuestro alrededor. Adán y Eva vivían en el entorno del Jardín del Edén. Un intruso entró en su entorno y los llevó a analizar lo que Dios había dicho. Su entorno cambió porque estaban expuestos y abrazaron sistema de creencias erróneo.
  • GENTE - Las personas son una parte esencial de nuestro entorno. Podemos estar expuestos a un virus cuando la gente trae sus virus de sentirse ofendidos en nuestro medio ambiente y lo expande por todos lados, causando involucrarnos con lo que les ha ofendido. Es importante que se detecte cuando alguien se siente ofendido para que no participemos en la ofensa.
  • INFORMACIÓN - Nuestro acceso a la información está aumentando rápidamente, pero... ¿Esta información nos hace girar hacia el egoísmo? Dado que la información puede influir en nuestro sistema de creencias, debemos recordar que no toda la información es buena. Parte de la información nos puede llevar por mal camino. Si alguien está compartiendo información, tenemos que hacernos la pregunta: "¿La información que estamos escuchando va a mejorar nuestras vidas?" La desinformación es uno de los mayores defectos dentro de la comunicación humana, porque la gente puede ¡TRANSFERIR LA VERDAD O TRANSFERIR EL ERROR!
  • EXPERIENCIA DE VIDA - Para tener un sistema de creencias válido, éste debe venir de la revelación y la relación con Dios con el fin de transformar la vida. Muchos de nuestros sistemas de creencias nacen a partir de experiencias negativas de la vida. Hasta que experimentamos una revelación de la palabra de Dios, vamos a ser aprisionados con un sistema de creencias que nos mantiene ofendidos. En Juan 4, la mujer en el pozo tuvo una experiencia de vida basada en la revelación. Una vez que recibió la revelación de Jesús sobre su identidad, tuvo nuevas experiencias de vida y un sistema de creencias más exacto. Una vez que consigas una revelación, tu sistema de creencias se corregirá y el virus de la ofensa, perderá su poder.

 

C. MALENTENDIDOS - Cuando filtramos lo que oímos con nuestra propia interpretación, nosotros seremos ofendidos con el mensaje que se nos comunica. Ser un oyente selectivo nos puede poner en el camino de la ofensa. En Juan 6, Jesús estaba hablando con sus discípulos sobre el compromiso. Ellos entendieron mal su mensaje acerca de comer su carne y beber su sangre. Ellos filtraron lo que escucharon con su propia interpretación y se sintieron ofendidos. La falta de entendimiento puede convertirse en la tierra para que la semilla de la ofensa pueda crecer. Cuando no entendemos lo que una persona está diciendo, debemos ir a la persona a buscar el entendimiento. Los malentendidos sólo pueden curarse mediante la conversación cara a cara.
 
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