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Quiero compartir hoy algunas herramientas para ayudarte a construir una vida como Dios desea. Génesis 8:22 tiene la llave para alcanzar la vida que Dios quiere para ti. Este versículo revela 4 leyes inmutables que controlan este planeta.
"Mientras el mundo exista, habrá siembra y cosecha; hará calor y frío, habrá invierno y verano y días con sus noches."
No tenemos ningún control en las últimas tres leyes. Frío y calor, verano e invierno, y el día y la noche son fijos. Ellos son inevitables.
Sólo podemos ajustarnos y reajustarnos a los días y las estaciones para aprovecharlos al máximo. Sin embargo, sí tenemos control sobre la ley de la siembra y la cosecha. Podemos hacer que la ley trabaje, sembrando las semillas adecuadas para la cosecha que deseamos en la vida. A estas leyes inmutables no les importa quienes somos. Ellas trabajan para todo el mundo todo el tiempo. Así que hay que prepararse para las temporadas y aprovechar nuestras oportunidades para hacer que esta ley trabaje en y para nosotros.
Tu amigo,
Randy Morrison
www.randymorrison.org
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1. Siembra y Cosecha
Para hacer que la ley de la siembra y la cosecha obre, tenemos que descubrir qué tipo de semilla somos. Un paquete de semillas tiene una imagen en el frente. Es una imagen del potencial futuro contenido en el interior del paquete. El potencial de la semilla no será liberado hasta que pongamos la semilla en el lugar correcto. Entonces, tenemos que dejar la semilla en su ambiente ideal con el fin de que ella pueda alcanzar su potencial. Esto puede obrar en todos. La siembra y la cosecha es un ciclo continuo que está siempre en funcionamiento, independientemente de la condición. De hecho, la siembra y la cosecha es el poder detrás de todo lo que sucede en nuestras vidas. No se limita sólo a las cosas que crecen o un conjunto de valores. Se trata de todo el ámbito de la vida.
RASTREA TU VIDA HASTA LAS SEMILLAS:
No podemos enojarnos con Dios o culpar por nuestra condición actual a otros. Podemos remontar lo que está sucediendo en nuestras vidas hasta las semillas que hemos sembrado. La ley universal es:
Lo que sea que el hombre siembre eso también segará. Yo creo que si no nos gusta el resultado presente que estamos recibiendo de nuestras vidas, tenemos el poder de cambiarlo a través de dejar obrar la ley de la siembra y la cosecha a favor nuestro.
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2. Así funciona la vida...
La clave para de una vida plena es descubrir dónde Dios nos asignó a estar. Génesis 26 nos enseña que debemos estar en nuestro lugar asignado por Dios, para recibir los beneficios de la siembra y la cosecha. Isaac vivía en medio de una hambruna (una profunda recesión) y estaba a punto de salir de su lugar asignado, siendo presa del pánico. Dios le dijo que no fuera a Egipto. Tus bendiciones están donde DIOS te asigna. Del mismo modo que las semillas crecen bien en el lugar correcto, estamos destinados a florecer en un entorno determinado por Dios. Vamos a alcanzar nuestro potencial solamente en nuestro lugar asignado.
HABITARÁN EN LA TIERRA... Isaac quería dejar la tierra de hambruna porque se centró en lo que él no tenía. Dios quería que Isaac dejara de centrarse en sus pérdidas y comenzara a centrarse en que Él le había dado. Entonces Dios le dijo a Isaac que permaneciera en su puesto. Si nos reposicionamos a nosotros mismos fuera de nuestro medio asignado, podemos desbaratar lo que Dios hará por nosotros estando en el lugar que Él nos asignó a estar. Estar en el entorno inadecuado puede ser perjudicial para tu crecimiento futuro.
¿Sabías que las piñas crecen muy bien en Hawai, pero muy mal en Alaska, por el entorno en que se encuentran? Tenemos que descubrir y permanecer en el lugar en el que Dios nos posiciona. Cuando lo hagamos Dios no sólo estará con nosotros... Él nos bendecirá también.
Génesis 26:3 (NVI) dice: "Vive en ese lugar por un tiempo. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia les daré todas esas tierras. Así confirmaré el juramento que le hice a tu padre Abraham".
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3. ¿Qué tipo de cosecha deseas?
Dios determina nuestra misión, pero nosotros determinamos y decidimos cómo vamos a caminar con nuestra asignación. Podemos seguir a Dios como Pedro, desde lejos, o podemos estar más cerca de Jesús como Juan. Jesús le asigna su madre a Juan desde la cruz. Esta fue una bendición para Juan. Cuando obedecemos nuestra misión dada por Dios, Él nos lleva a mejores cosas en la vida. Cuando Él está listo para llevarnos a algo mejor, nos da una visión que se asocia con instrucciones claras. Isaac siguió la instrucción de Dios y se quedó en la tierra de hambruna porque él estaba dispuesto a hacer algo que era inusual para su mente natural.
TU SEMILLA DETERMINA SU COSECHA: Isaac decidió activar la cosecha que quería sembrando hacia ello. Él utilizó la semilla que tenía y la sembró en su tierra asignada por Dios. Como resultado, él segó una cosecha y tuvo posesiones en medio de una hambruna. De hecho, la gente a su alrededor tuvo envidia de él. Necesitamos reconocer nuestra semilla y utilizarla para segar la cosecha de vida que Dios desea para nosotros. Las cosas nunca van a cambiar en nuestras vidas hasta que plantamos la semilla y la ley inmutable de la siembra y la cosecha obre.
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