¡Podemos estar eternamente agradecidos porque la muerte no derrotó a Jesús! Lo que Jesús hizo en la cruz y por medio de Su resurrección fue por nosotros. Podemos vivir con confianza sabiendo que el poder de la resurrección del Señor está en nosotros.

Por medio de la resurrección, se nos ha dado acceso eterno al cielo y nos ha provisto también de significado y propósito en la vida. Nunca debemos dejar pasar un solo día sin un encuentro con lo que Jesús hizo por nosotros.

Dejemos que este tiempo de Pascua nos transforme desde adentro hacia afuera. No podemos esperar que una comunidad esté bien o desear un mundo mejor, si no empezamos primero  a cambiar a nosotros desde nuestro interior.
 
Tu amigo,
 
Randy  Morrison 
www.randymorrison.org 
1. Perdón
 
Nunca podremos avanzar en la vida cargando el peso de la amargura. La raíz de la amargura crece en "suelo débil". Si nuestro fundamento en la vida está desconectado del Señor, la raíz de amargura rellenará rápidamente los vacíos existentes. 
Una vez que somos perdonados por el Señor, la fuerza de nuestra relación con Él tiene el poder suficiente para evitar la invasión de futuras semillas de amargura! Pronto, se levantarán muros de desconfianza,  duda y de incredulidad. Solamente a través del poder del perdón de Dios es que podremos derribar las fortalezas de amargura. 
 
Recuerda: La muerte no pudo retener a Jesús gracias a
l poder divino de Dios para perdonar.
 
Lee, reflexiona y actúa de acuerdo a:   
 2. Creer 
La salvación no tiene que ver con quién es una persona o lo que ha hecho. La salvación se trata de confiar en la gracia de Dios. Cuando invocamos Su Nombre, declaramos nuestra convicción de que el Señor va a transformar nuestras vidas y que Él nos dará la vida eterna. También sabremos que el poder de la resurrección y el amor de Jesús estarán con nosotros a través de cualquier situación o ataque que podríamos enfrentar durante nuestra vida en la tierra.
 
Recuerda: La muerte no pudo retener a Jesús gracias a la promesa de salvación de Dios para todos los que invocan Su Nombre.
 
Lee, reflexiona y actúa de acuerdo a:  

Romanos 10:8-14

3. El propósito de Dios 
 
Cuando hay un "propósito" existe una meta, objetivo o plan enfocado. El propósito de Dios para la resurrección de Cristo es traer la reconciliación amorosa a todas las personas. Este propósito fue y es un ancla, punto focal y un escudo en contra de cualquier desviación o distracción. Del mismo modo, cuando nos mantenemos enfocados en nuestro propósito en la vida nada nos va a descarrilar de nuestra ruta.

Recuerda: La muerte no pudo retener a Jesús gracias al propósito de Dios.
 
Lee, reflexiona y actúa de acuerdo a:   

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