Una vez que cambiemos nuestra imaginaci�n para unirla con la visi�n que Dios tiene para nuestra vida, lo que parece imposible de conseguir, se vuelve alcanzable. Cuando creemos en nuestro sue�o, debemos hablarlo, actuar conforme a �l, y mantenernos firmemente sobre �l.

Como creyentes, pensemos en la imagen que estamos proyectando y preguntemos: �Qu� es lo que ve Dios en mi? Asegur�monos que nuestra imagen refleje el nivel de potencial que Dios ha depositado en nosotros. Debemos pensar, caminar y hablar con fortaleza, confiados y con una fe inquebrantable en Dios.

No dejemos que nada nos distraiga de concentrarnos en nuestros sue�os llenos del prop�sito de Dios. Sin importar las barreras que podamos enfrentar, que nunca se nos olvide que los pensamientos de Dios est�n a un nivel mayor que cualquier otro sobre la tierra. Con nuestra fe, se superar� toda oposici�n a nuestro destino.

Cuando creemos que nuestra imaginaci�n est� conectada al deseo que Dios ha depositado en nuestro interior, �le quitaremos los l�mites a nuestra imaginaci�n!

Tu amigo,
 
Randy Morrison 
www.randymorrison.org
1. M�s que un deseo

Muy a menudo, nuestros sue�os se abortan porque no pasan de ser un simple deseo en nuestra cabeza. No es nada m�s desear algo y esperar que se convierta en realidad. Debemos ser muy activos en cuanto a esto y a la vez, dejarnos influenciar por la voluntad de Dios. Cuando nuestra imaginaci�n se combina con el punto de vista de lo que es posible para Dios, nuestra fe funcionar� al cien.
 
Recuerda: Tener una imaginaci�n creativa nos permite experimentar las cosas m�s all� de las limitaciones naturales de nuestro entorno. Una imaginaci�n creativa nos permite ver lo que Dios ha dispuesto para nosotros en la tierra. Quedar� grabada en nuestra vida todo a lo que expongamos nuestra imaginaci�n. 

 

Lee, reflexiona y act�a de acuerdo a:
Efesios 3:20 
2. Escribiendo el futuro...

 

Si seguimos manteniendo nuestros sue�os s�lo como pensamientos, ser� m�s f�cil soltarlos. Si hacemos el esfuerzo de registrar y escribir nuestros sue�os, estos se convierten en nuestros compromisos. Muy a menudo, la gente encuentra m�s f�cil mantener un sue�o en su mente; no comprometen su sue�os volvi�ndolos planes escritos ya que este mundo requiere un nivel de responsabilidad personal y acci�n que no est�n dispuestos a tener. Sin embargo, una vez que un sue�o se vuelve un escrito, empieza sus procesos para llegar a la realidad. Cuando esto sucede, podemos comenzar a integrar este principio a los planes y prioridades de nuestro vivir.

Recuerda: El escribir lo que nos imaginamos cierra la brecha entre nuestros sue�os y la realidad. Las palabras escritas crean un mapa que nos provee las rutas hacia nuestro destino.

Lee, reflexiona y act�a de acuerdo a:
Habacuc 2:2-3
3. Hablar lo dice todo...
 
Si lo podemos ver, lo podemos alcanzar. Llevemos este paso a un nuevo nivel. Si lo podemos ver, debemos estar firmes sobre la fe y traerlo a la existencia. Debemos hablar positiva y convincentemente acerca de lo que creemos que ya tenemos en el futuro gracias a Dios. Estemos siempre conscientes que nuestras palabras sostienen nuestro futuro. Toma tiempo para regresar al G�nesis y leer las palabras que Dios us� para formar nuestro mundo. Nuestras palabras deber�an reflejar este nivel de positividad y enfoque sobre nuestro futuro.

Recuerda: Una imaginaci�n que se nutre por palabras llenas de fe tiene la capacidad de cambiar las circunstancias que nos rodean hasta convertirlas en un ambiente donde todo es posible. Las palabras llenas de fe son como semillas que hacen de los sue�os se conviertan en realidades.

Lee, reflexiona y act�a de acuerdo a:
G�nesis 1
Hebreos 11:3

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