Al comenzar este 2014, demos gracias a Dios por cumplir Su Palabra al ayudarnos a convertirnos en todo lo que estamos dise�ados para ser en la vida. Con la ayuda de Dios, podemos cambiar, movernos  y reubicarnos para alcanzar el siguiente nivel.

No podemos permitir que las circunstancias actuales nos afecten  de forma negativa. Con la ayuda de Dios, siempre tenemos la oportunidad de avanzar hacia nuevos horizontes, donde nuestros sue�os de realizaci�n pueden llegar a buen t�rmino.

Este es el tiempo para desprendernos de las cosas de nuestro pasado que no tienen lugar en el sue�o y la visi�n para nuestro futuro que Dios tiene para nosotros. No permitamos que las distracciones del pasado saboteen nuestra pasi�n en este a�o nuevo.

Abramos nuestros corazones y nuestras mentes con la esperanza de una mayor revelaci�n del Se�or en este 2014. Viviremos la vida con una mayor pasi�n y con una visi�n m�s clara cuando nuestra alianza con el Se�or sea inquebrantable.
 

Tu amigo,
 
Randy Morrison 
www.randymorrison.org
1. Sue�os cumplidos

Un sue�o es la fotograf�a no vista de un futuro deseado. Todos tenemos tenemos sue�os en la vida. Algunos llegan a su cumplimiento y otros todav�a no. Los sue�os que est�n directamente relacionados con nuestra fe son aquellos que debemos perseguir y en los que debemos enfocarnos. Estos son los sue�os que debemos mantener protegidos de los ataques externos. No podemos esperar el cumplimiento de un sue�o sin activar nuestra fe, pasi�n y aspiraciones personales. Los sue�os no se cumplen cuando estamos en un estado pasivo. Debemos ser compa�eros activos con Dios en el cumplimiento de cualquier sue�o sobre la base de nuestra fe.

Recuerda: Los sue�os no se realizar�n s�lo porque nosotros deseamos que pasen; ellos se cumplir�n porque nuestra fe est� conectada con nuestras aspiraciones internas.
 
Lee, reflexiona y act�a de acuerdo a: G�nesis 15:1-6  
2. Siguiendo el proceso

 

El crecimiento y el cumplimiento de un sue�o no es espont�neo. Es muy importante entender que para que un sue�o llegue a ser realidad se requiere un proceso bien planeado y reflexivo. Una de las primeras etapas del proceso es la revelaci�n. Una revelaci�n ocurre cuando nuestra mente se abre a posibilidades nunca antes vistas. Siempre debemos mantener nuestro estado de �nimo abierto para recibir revelaci�n. Nuestros sue�os m�s significativos se nos revelan a trav�s de nuestra relaci�n con Dios, mientras m�s cercana es esta relaci�n, m�s clara ser� la revelaci�n.

Recuerda: Cada uno de nosotros vivimos nuestra vida en niveles y la experimentamos en etapas. Para llevar a cabo nuestro sue�o, debemos invertir nuestra energ�a y atenci�n en conectarnos con la revelaci�n de nuestro potencial.

Lee, reflexiona y act�a de acuerdo a: Efesios 3:20
3. Visi�n inspirada
 
Si se nos ha revelado un sue�o, �ste permanecer� estancado si no tenemos una visi�n. Sin inspiraci�n, se acabar� la gasolina requerida para traer un sue�o a la realidad. La visi�n dibuja la revelaci�n de un sue�o en un modelo claro para la vida. Las visiones que son m�s grandes de lo que podamos imaginar son las que solidifican nuestra fe en Dios. Cuando nuestra visi�n esta conectada a nuestra fe, estaremos inspirados para elevar nuestro potencial al m�ximo y traeremos la visi�n a la realidad. Los sue�os con visiones poderosas, alimentados por inspiraci�n y pasi�n, est�n destinados a manifestarse en nuestra vida en formas significativas y duraderas.

Recuerda: Nos inspiramos en lo que vemos. Para llevar a cabo nuestros sue�os, debemos exponernos a una serie de experiencias. Cuanto m�s veamos y estemos expuestos a ellas, m�s podremos liberar y encender nuestra pasi�n.

Lee, reflexiona y act�a de acuerdo a:   G�nesis 15:6

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