Por qué es bueno hacer sacrificios?

Muchos de nosotros tenemos la experiencia de vivir o haber vivido con personas muy aferradas a la religión, o quizá nosotros somos unos de ellos, y palabras que se nos viene a la mente con religión, son Dios, fe, Misa, sacrificios, amor a los hermanos, etc. Estoy seguro que de las palabras mencionadas, la que menos nos gusta es la de..."Sacrificio". ¿Por qué? Obviamente por que nos exige algo que nos pone en una situación incómoda.

Recuerdo a mi Tía Zarela decir que en casa estaba prohibido comer carne todos los viernes de la Cuaresma como una manera de sacrificio, y un día le pregunté ¿Por qué tenemos que hacer ese sacrificio? Y me dijo: porque si tú comes carnes, estás pecando y te irás al infierno. Su respuesta no resolvió mi duda. Quizá todos hemos escuchado comentarios muy cercanos a ese: no comas carne,  haz ayuno, deja de hacer aquello que te gusta mucho por un tiempo, etc. Pero la pregunta es latente: ¿Por qué es bueno hacer sacrificios? Estoy seguro, que encontraremos un sin fin de respuestas, y todas diferentes. Pero encontré algunas respuestas que quiero compartirles.

Primero que todo, no hace falta ser religioso, fanático o santo para hacer un sacrificio; por lo tanto, si no eres muy devoto a Dios, de todos modos hacer un sacrificio, puede ayudar a tu vida. Hacer un Sacrificio implica renunciar a tus egoísmos, a tu situación de comodidad por un periodo determinado, o por siempre, donde pones a prueba el dominio que tienes sobre tu cuerpo, tu mente, y tu espíritu, es decir, es una manera de entrenarte para ser mas fuerte en todos los aspectos de tu vida.

 El cumplir un sacrificio, te ayuda a creer más en ti y engrandece tu autoestima, despertando valores y hábitos que tenías dormidos, como la honestidad, el servicio, la caridad, la disciplina, que te hace sentir más orgulloso como ser humano; cuando buscas fortalecer tu persona a través de los sacrificios, sólo tiene sentido, cuando quieres brindar ese nuevo ser hacia los demás, quienes necesiten de ti, ellos, son tu mejor termómetro. Empieza gradualmente, no sólo evitando las carnes los viernes de Cuaresma, puede ser en cualquier día del año.

Por ejemplo, si tus hijos te desesperaron por alguna travesura, sacrifica tu ira, por la paciencia, y corrígelos con esa paciencia; si vives apresurado y tu hijo o esposa necesitan de tu tiempo y  consejo, dáselos, si sabes que es lo más importante en ese momento. Si tú quieres crecer, sacrificios tendrás que pasar.

Miguel Gutiérrez