Herramientas para la vida diaria

Vida de agradecimiento - Parte 2
�Saludos Queridos Amigos!

El deseo m�s grande de Dios es que todos y cada uno de nosotros podamos tener una relaci�n personal con �l. Al darle la bienvenida y reconocer la presencia de Dios en nuestra vida nuestros deseos autom�ticamente se alinearan con la voluntad de Dios. Meditar y consultar con Dios de manera constante y regular afila nuestra obediencia hacia el plan de Dios para nosotros. Cuando la voluntad de Dios es nuestra prioridad, no vamos a permitir que los distintos intereses interfieran en nuestro prop�sito.

Randy  - Explaining - Blk with blue

 

La posibilidad de que nuestros deseos sean satisfechos va a incrementar si es que estos deseos est�n bajo nuestras posibilidades y si est�n dentro de las cosas que nos acercar�n al plan de Dios para nuestra vida. La b�squeda de los deseos de Dios para nosotros produce plenitud, gozo y paz.

 


 Tu amigo,

Randy O. Morrison

1. Tiempo de desarrollo

Esperando

Al desear algo, lo estamos esperando. El que este deseo llegue a la realidad depende del "c�mo" manejes tu tiempo de espera. Por ejemplo, �qu� tanto nos gozamos al ver c�mo otros reciben antes que nosotros lo que estaban esperando? La reacci�n que tenemos en estas circunstancias determinan grandemente la prontitud del cumplimiento de la respuesta de Dios. Debemos usar el tiempo de manera sabia al esperar por el cumplimiento de nuestro sue�o. La preparaci�n que recibimos durante este tiempo debe incluir consultas con Dios de forma constante y regular. Al llegar el tiempo de cumplimiento de nuestro sue�o, debemos haber fortalecido nuestra relaci�n con Dios y debe haber evidencia constante de que hemos vivido de acuerdo al plan de Dios.

 

Piensa en lo que deseas. �Qu� evidencia puedes ver que demuestre tu habilidad de esperar pacientemente para que este deseo se complete? Lee Proverbios 11:23. Escribe en tu diario lo que esta escritura te dice acerca de deseos retardados. En tu consultar con Dios, toma el compromiso de usar tu tiempo de espera de forma productiva al aumentar tu interacci�n con Dios.

 

Recuerda, Un deseo es como una fotograf�a antes de ser revelada; debe pasar por un proceso de transformaci�n para llegar a su presentaci�n final.

2. Cree

La fuerza de nuestro creer impacta la posibilidad de que nuestro deseo se cumpla. Marcos 9:23 lo dice indicando "si puedes creer, todo es posible para los que creen..." Nuestra responsabilidad es determinar si es que alg�n deseo cabe dentro de nuestras posibilidades y talentos que Dios ha puesto dentro de nosotros. Adicionalmente, los deseos correctos son aquellos que nos ayudan a cumplir el prop�sito de Dios para nosotros en la tierra. Cuando nuestra creencia est� directamente ligada a nuestras posibilidades, productivamente, pacientemente y llenos de gozo vamos a esperar el tiempo de cumplimiento.

 

Define tus deseos m�s grandes. Empieza por escribir cu�l es el prop�sito que Dios tiene para tu vida. Determina si es que cada uno de estos deseos tiene la capacidad de acercarte al prop�sito de Dios. Pasa tiempo de manera regular con Dios para platicar aqu�llos deseos que si se alinean con la voluntad de Dios par ti, y aquellos que debes quitar de la lista.

 

Recuerda, Deseo combinado con creer aumenta la posibilidad de cumplimiento. Al buscar un deseo, debemos estar certeros que este entra dentro del  campo de lo posible.

3. La diferencia

Cuando nuestro cimiento se encuentra en el prop�sito de Dios y su deseo para nuestra vida, nuestra habilidad para distinguir entre lujuria, necesidad y deseo es efectiva y precisa. Nuestros deseos se ver�n mermados si no podemos hacer esta distinci�n. Sin un cimiento s�lido en los principios de Dios, somos susceptibles a las trampas de la frustraci�n, avaricia y fracaso creados en la lujuria y necesidad. El deseo busca algo, la lujuria quiere brindar placer a la auto simpat�a y las necesidades son vac�os creados por la falta o mala administraci�n. La lujuria crea un mar de manipulaci�n hacia los dem�s, invasi�n de privacidad y otros comportamientos que lastiman, todos estos terminando en una falta de satisfacci�n. Las necesidades son a menudo el resultado de no tomar responsabilidad de administrar lo que actualmente poseemos. Saber lo que Dios desea crea una barrera s�lida que bloquea el poder de la lujuria y la necesidad de invalidar nuestra vida.

 

Durante esta temporada de celebraci�n y agradecimiento, observa como la gente a tu alrededor busca metas, posesiones y relaciones. �Puedes distinguir cu�les de estos deseos vienen de parte de Dios, o bien de lujuria o necesidad? �Qu� debes hacer para asegurarte que los deseos de tu coraz�n son de parte de Dios? Comp�rtele a alguien que Conf�es en �l los cambios que vayas a tomar en este aspecto.

 

Recuerda, Dios s�lo responde a los deseos que son compatibles con Su voluntad para tu vida. Cada deseo de parte de Dios ha sido hecho a tu medida. Sus deseos crean esa clase de confianza que necesitamos buscar. Al no saber administrar prioridades en la vida, somos presionados para adquirir necesidades que no queremos. El vivir dentro de nuestras posibilidades es una forma de evitar necesidades que no queremos

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prov11Proverbios 11:23
El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los imp�os es el enojo.





mar9Marcos 9:23
Jes�s le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

   





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En esta serie de mensajes, Randy Morrison ense�a c�mo desarrollar una relaci�n con Dios y c�mo entender cuando Dios nos est� hablando y c�mo el poder de una revelaci�n de Dios puede hacer la diferencia en tu vida.

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