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Venciendo una forma de pensar de "v�ctima"
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Saludos, queridos amigos,
Esta semana nos enfocaremos en el tema de "vencer
una forma de pensar de v�ctima". Esto es de suma importancia especialmente, al empezar a
tomar pasos para vivir en el "ahora" en lugar de vivir en el pasado. No podemos usar el pasado como un punto de
referencia constante. Si lo hacemos, el pasado se convierte en el marco
permanente para nuestro futuro. Si esto sucede, las oportunidades para cambiar,
mejorar y avanzar se bloquean. Dios nos da una oportunidad a cada uno de nosotros para restaurar nuestra fe, autoestima e inocencia. Nuestro valor en los ojos de
Dios es infinito. Debemos empapar nuestra mente con pensamientos de oportunidad
en lugar de negatividad. La negatividad nos mantiene cautivos como v�ctimas. Mi oraci�n es que cada uno tome la decisi�n de verse
a si mismos desde la perspectiva de Dios. Para lograr esto debemos hacer los
ajustes necesarios para movernos del pasado. En ese punto podremos celebrar e
imaginar libremente las posibilidades que nos esperan a trav�s del amor eterno
de Dios.
Bendiciones,
Randy O. Morrison |
1. Valor sin fin
Nuestro valor permanece igual en los ojos de Dios.
Siempre somos valiosos, sin importar cu�l sea el reto que estemos viviendo o
enfrentando. Jueces 6:1-10 nos describe la pobreza, opresi�n y dificultad que
estaba viviendo el pueblo de Israel en manos de sus enemigos. Ellos adoptaron
una mente de v�ctima como resultado. De cualquier manera, Dios les mand� un
mensaje record�ndoles de d�nde ven�an y a qui�n pertenec�an. De esta misma
manera, Dios es nuestra provisi�n. Debemos constantemente recordarnos a
nosotros mismos que el nuestro valor ante Sus ojos no cambia. Si nuestro valor
ante Dios nunca cambia, podemos mantenernos en nuestro prop�sito en la tierra
sabiendo que el amor de Dios por nosotros nunca termina. Lee Jueces 6:1-10. Considera al Pueblo de Israel, y
c�mo es que su forma de pensar cambi� mientras m�s tiempo estuvieron expuestos
a sus enemigos. Piensa en alg�n tiempo en d�nde fuiste influenciado de manera
negativa por alguien o algo. �C�mo fue que esto impact� tu forma de ver la
situaci�n? EN el futuro, �qu� vas a hacer cuando alguien rete tu auto estima?
Aseg�rate y comprom�tete a que tu punto de referencia al ser confrontado con
estos retos sea Dios.
Recuerda, una victima es alguien que es
sacrificado en el altar del ego�smo, maldad o avaricia de alguien m�s. El ser
victimado no significa que hayas perdido tu valor.
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2. Viaje con Dios
Es bueno, de vez en cuando, tomar un viaje y revisar
lo que Dios ha hecho por nosotros en nuestra vida. Al hacer esto, asegurate de
ver el valor y la imagen que Dios tiene de nosotros. Dios siempre preserva una
imagen de gran valor de nosotros, este es nuestro unico punto de referencia
correcto para nuestra vida. Si tomamos una imagen nuestra de una fuente negativa,
nuestra forma de pensar ser� arrebatada por una "mentalidad de v�ctima". Es
esencial recordar siempre que esta no es la imagen que Dios tiene de nosotros.
La imagen y el plan original de Dios para nuestra vida deber� ser siempre
nuestro punto de referencia en lugar de permitir influencias negativas que nos
mantengan presos.
Lee Jueces 6:11-16. En esta escritura podemos ver
cu�l era la visi�n que Gedeon ten�a de si mismo y c�mo esta era diferente de la
que Dios ten�a de �l. Reflexiona en c�mo te ves a ti mismo. �Tu vista se alinea
a la de Dios? o, m�s bien, a la de Gedeon, la cu�l era una perspectiva de
v�ctima. Toma tu propio viaje para visualizar la imagen de Dios por ti. Toma el
compromiso con Dios para empezar a caminar de acuerdo al valor que Dios tiene
de ti.
Recuerda, cuando alguien tiene una forma de
pensar de v�ctima, va a tomar lo que escucha y lo va a tornar hacia lo que
quiere escuchar, lo que cabe en su forma de pensar. El resultado es un estado
constante de revivir el pasado. Dios nunca toma como referencia tu pasado para
predecir el futuro que plane� para ti.
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3. Cambiar la forma de ver
Una forma de pensar de victima causa ofensa y
amargura. Esta forma de pensar crea una vista de la vida distorsionada. Tenemos
el poder de restaurar esta vista y crear una que no iene fin en sus
posibilidades. Si no cambiamos esta forma de ver, vamos a estar constantemente
culpando el pasado por los problemas del presente, no tomar la responsabilidad
por nuestros propios errores y limitaciones y estaremos restringidos por la
opresi�n del pasado. No podemos mantener las cosas escondidas en nuestro
interior si queremos caminar libremente hacia nuestro prop�sito. Piensa en algo que causa sentimientos de temor en tu
interior. Habla con Dios acerca del conocimiento o sabidur�a que necesitas para
tomar control de esto. Toma el compromiso de ser transformado de esta
perspectiva al tener la informaci�n acerca de esta situaci�n. Haz una lista en
tu diario de c�mo exactamente vas a adquirir el conocimiento acerca de esta
situaci�n para cuando vuelva a la superficie.
Recuerda, El victimarnos lleva al temor constante
de la siguiente perdida. Este temor nos lleva a la falta de confiar, incluyendo
el sentimiento de que debemos esconder lo que es nuestro para no perderlo.
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4. Prevenir p�rdidas
El vivir desde una manera de pensar de victima crea
barreras para la plenitud de la vida. Al suceder esto, vamos a sentirnos en un
ambiente hostil constantemente, especialmente al sentirnos retados a cambiar.
Esta forma de pensar crear� mensajes distorsionados de los dem�s debido a una
auto imagen baja. Al adoptar una forma de pensar de victima, vamos a ser
enga�ados al pensar que Dios no est� interesado en nuestro prop�sito. Nos vamos
a encontrar aferrados a relaciones malas y usaremos palabras negativas para
describirnos a nosotros mismos. El siguiente resultado de tener una forma de pensar
de victima es que vamos a buscar afirmaci�n de los dem�s para sentirnos bien
acerca de nosotros mismos, esto incluye buscar gente que nos de atenci�n
especial. Podemos evitar el adoptar que una mente de victima produzca ra�z en
nosotros al estar informados y con conocimiento de la perspectiva del valor que
tenemos para Dios. Tenemos garant�a de prevensi�n de perdidas de parte de la
unica fuente necesaria, Dios. Lee Juan 5:2-11. Resume junto con Dios lo que esta
escritura nos dice acerca del hombre junto al estanque de Betesda. �Qu� fue lo
que la mente de victima caus� que este hombre pensara y actuara? Considera cu�l
es el estado actual de tu mente. Habla con Dios acerca de c�mo puedes evitar el
permitir que la negatividad entre a tu mente y a tu toma de decisiones. Escribe
en tu diario cu�les son los 5 pasos que vas a tomar en el siguiente mes para
cumplir la meta de una mente enfocada en Dios.
Recuerda, Una forma de pensar de v�ctima nos
paraliza con negatividad y falta de prop�sito. Dios cree en nuestro valor.
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Pr�ximamente en TV
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El Poder de una Revelaci�n de Dios
4 de julio al 29 de agosto
DOMINGOS: FOX
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am TVC 8:30 am
(M�xico)
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Ahora por Internet
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Escuchando
la Voz de Dios
Episodios 1 al 6
Reconociendo Su Presencia en Tu Vida Episodios
1 al 3
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Jueces 6:1-10
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Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehov�, y Jehov�
los entreg� en manos de Madi�n por siete a�os. Como la mano de Madi�n los oprim�a cada vez
m�s, los hijos de Israel, por temor a los madianitas, se hicieron
cuevas en los montes, cavernas y lugares fortificados.Pues suced�a que cuando
Israel ten�a algo sembrado, sub�an los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; sub�an y los
atacaban. Acampaban frente a ellos y destru�an los frutos de la tierra, hasta
llegar a Gaza. No dejaban qu� comer en Israel, ni
ovejas ni bueyes ni asnos. Con sus tiendas y sus ganados, sub�an como
una inmensa nube de langostas. Ellos y sus camellos eran
innumerables, y ven�an a la tierra para devastarla.
De este modo se empobrec�a
Israel en gran manera por causa de Madi�n. Y los hijos de Israel
clamaron a Jehov�. Cuando los hijos de Israel clamaron a
Jehov� a causa de los madianitas, Jehov� les envi� un profeta, el cual les
dijo: �As� ha dicho Jehov�, Dios de Israel: "Yo os hice salir
de Egipto y os saqu� de la casa de servidumbre. Os libr� de manos de los
egipcios y de manos de todos los que os afligieron, a los cuales ech� de
delante de vosotros, y os di su tierra. Tambi�n os dije: �Yo soy
Jehov�, vuestro Dios: No tem�is a los dioses de los amorreos en cuya
tierra habit�is>. Sin embargo, no hab�is obedecido a mi voz"�
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Jueces 6:11-16
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Entonces vino el �ngel de Jehov� y se sent� debajo de la encina que
est� en Ofra, la cual era de Jo�s abiezerita.
Gede�n, su hijo, estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los
madianitas, cuando se le apareci� el �ngel de Jehov� y le dijo: --Jehov� est� contigo,
hombre esforzado y valiente.
Gede�n le respondi�: --Ah,
se�or m�o, si Jehov� est� con nosotros, �por qu� nos ha sobrevenido todo
esto? �D�nde est�n todas esas maravillas que nuestros padres nos han
contado, diciendo: "�No nos sac� Jehov� de Egipto?"? Y ahora Jehov� nos
ha desamparado y nos ha entregado en manos de los madianitas.
Mir�ndolo Jehov�,
le dijo: --Ve con esta tu fuerza y salvar�s a Israel de manos
de los madianitas. �No te env�o yo?
Gede�n le respondi� de nuevo: --Ah, se�or m�o, �con qu� salvar� yo a Israel? He aqu� que mi familia es
pobre en Manas�s, y yo soy el menor en la casa de mi padre.
Jehov� le dijo: --Ciertamente
yo estar� contigo, y t� derrotar�s a los madianitas
como a un solo hombre.
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Juan 5:2-11
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Hay en Jerusal�n, cerca de la Puerta de las Ovejas, un estanque,
llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco p�rticos. En estos yac�a una
multitud de enfermos, ciegos, cojos y paral�ticos, que esperaban el
movimiento del agua, porque un �ngel descend�a de tiempo en
tiempo al estanque y agitaba el agua; el que primero descend�a al
estanque despu�s del movimiento del agua quedaba sano de cualquier
enfermedad que tuviera.
Hab�a all� un hombre que hac�a treinta y
ocho a�os que estaba enfermo. Cuando Jes�s lo vio acostado y supo que
llevaba ya mucho tiempo as�, le dijo: --�Quieres ser sano?
El enfermo le
respondi�: --Se�or, no tengo quien me meta en el estanque
cuando se agita el agua; mientras yo voy, otro desciende antes que yo.
Jes�s le dijo: --Lev�ntate, toma tu camilla y anda.
Al instante aquel hombre fue sanado, y
tom� su camilla y anduvo. Era s�bado aquel d�a. Entonces los jud�os dijeron a aquel que hab�a sido
sanado: --Es s�bado; no te es permitido cargar tu camilla.
�l les respondi�: --El que me
san�, �l mismo me dijo: "Toma tu camilla y anda"
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