Todos sabemos el sentimiento cuando alguien nos habla de una idea brillante y encojemos los hombros, dejamos de escuchar y simplemente miramos a él o ella como si fuera la criatura más desagradable que hayamos conocido.
Simplemente no escuchamos y nos ponemos lo suficientemente energéticos para realmente escuchar lo que la otra persona está diciendo. Esta situación es común y natural, pero devastadora para la innovación si ocurre muy frecuentemente en su empresa u organización porque la producción de ideas, lenta pero segura, parará. Para resolver este problema usted primero debe entender por qué ocurre esta situación. Las siguientes son algunas razones del por qué resistimos nuevas ideas:
No nos cae bien la persona que presentó la idea.
Somos criaturas de hábitos. Toma menos esfuerzo y es más fácil hacer lo que siempre hemos hecho.
No entendemos la nueva idea.
No creemos que sea una buena idea o que la idea pueda que no resuelva el "verdadero problema" que vemos.
No entendemos como la nueva idea será implementada. En ausencia de una buena explicación, imaginamos el peor escenario.
No entendemos cómo nuestro rol cambiará si la nueva idea es implementada. Pensamos que perderemos el poder y respeto que hemos ganado bajo la "vieja manera". Nos preguntamos ¿cómo voy a encajar en el nuevo ambiente?
No entendemos "¿qué beneficio hay para mí?"
A la luz de tales razones, siempre es de sabios invitar a otros a participar en el desarrollo de una nueva idea de manera que puedan compartir sus preocupaciones, a la vez que tienen la oportunidad de ver cómo la nueva idea les beneficiará a ellos. En efecto, también ayuda a asegurar que ellos se conviertan en parte de la solución. Dicho esto, considere romper la nueva idea en pedazos manejables para que el riesgo de rechazo sea menor. Reconozca que no todo el mundo está al mismo nivel de entendimiento y aceptación de la nueva idea, como quizás usted está. Luego desate el 'virus de ideas' y trate de lograr que la organización, o al menos la gente en posición de tomar decisiones, lo acepten.
Una vez la idea es aprobada y esté en el proceso de ser implementada, asegúrese que usted aplica suficiente presión hasta que la implementación esté completada. Debido a que la gente es por naturaleza criaturas de hábito, tratarán de regresar a la manera que siempre han hecho las cosas. Finalmente, reconozca que cuando usted confronte resistencia a su idea, puede ser que usted realmente está logrando progreso ya que ha logrado mover a aquellos envueltos, desde una posición de negación a que hay un problema a reconocer que ese cambio está a punto de suceder.