Un Viejo dicho dice que hay dos cosas ciertas en la vida, las contribuciones y la muerte. Podríamos añadir otra certeza a esto; los problemas. Sin embargo, dependiendo de la manera en que tú y yo veamos nuestros problemas, puede ser que no sean la fuerza negativa y obstructiva que creemos que son. Por tanto, en lugar de evitar atender tus problemas u odiarlos, ¿por qué mejor no tratas de acercárteles?
Puede que no concuerdes conmigo, pero los problemas de la vida contienen la llave a nuestro éxito, riqueza y satisfacción. El problema es que no reconocemos su potencial y por tanto perdemos oportunidades maravillosas de alcanzar las metas que la vida nos pone de frente.
Lo primero que tienes que hacer si deseas utilizar tus problemas como la llave al éxito, es aceptar que los problemas son una realidad de la vida. Puedes buscar largo y tendido para encontrar a alguien en esta vida que no haya tenido que bregar con problemas de algún tipo, y muy difícilmente lo encontrarás. Sí, algunas personas tienen problemas más grandes que otros, y los problemas de cada uno son distintos; algunos tienen problemas financieros, otros tienen problemas de salud, algunos tienen problemas de relaciones, y la lista continua. El hecho es que, rico o pobre, saludable o enfermo, amado o no amado, todos tenemos que abordar problemas en nuestras vidas.
Si los problemas son una realidad de la vida, entonces debe haber una razón de ser. Y la hay. Los problemas encierran oportunidades para que aprendamos algo, de nosotros mismos, de otros, y de la vida en general si abrimos nuestra mente a lo que nos están tratando de enseñar. Así que, cuando confrontes un problema, en lugar de gastar tu energía tratando de evitar atenderlo y quejarte, confróntalo, y busca la lección que contiene para ti. Luego trabaja en resolver el problema y aprende las lecciones a la vez que lo resuelves. Tales lecciones son las que causarán que incrementes tu conocimiento, entendimiento y sabiduría, tres atributos que tú necesitas para el éxito y felicidad.
Segundo, reconoce que hay dos clases de problemas en la vida; los tuyos propio, y los problemas de otra gente.
Tú necesitas bregar y conquistar tus propios problemas personales tan rápido y tan bien como puedas. Si no lo haces y permites que continúen existiendo en tu vida, gastarás una gran cantidad de tiempo y energía forcejando con tus problemas. Cuando haces esto, te mantendrás atrapado por esos problemas y evitarán que alcances el éxito y satisfacción que mereces.
Los problemas de otra gente también son una oportunidad para ti. Nuestro valor en la vida es determinado por los problemas que podemos resolver. Si te vuelves bueno en resolver los problemas de otra gente, aumentarás en valor. Cuando realmente entiendes esta revelación, la misma cambiará la manera en que vives y trabajas.
Serás recompensado por resolver los problemas. La recompensa puede ser en la forma de un ascenso, un aumento, una bonificación, o con una mejor oferta de otra compañía. Nadie puede decir por cierto de qué manera llegará la recompensa, pero llegará.
Mira cada problema que confrontes ya sea tuyo o de otra persona desde otra perspectiva. Pregúntate qué oportunidad el problema te está presentando. Recuérdate a ti mismo que los problemas están para resolverse. No están para mantenerse sin resolver, pero se mantendrán en existencia por tan largo como sea necesario para resolverlo.
No cometas el error de pensar que va a ser fácil. No lo es. Tomará de tu tiempo, esfuerzo, compromiso, sacrificio, humildad, determinación y fortaleza, cualidades que no son fáciles de encontrar. Pero para la persona que está preparada para mirar a la vida en la cara y bregar con lo que venga en su camino, allí espera una recompensa de la vida de la cual jamás habías soñado.
Tú y yo podemos ser pensadores de problemas, y es cuando nos damos cuenta que este es uno de nuestros roles claves y nuestro llamado en la vida, comenzamos a movernos en la dirección que nos lleva al éxito, riqueza y satisfacción. Por tanto, ¿qué esperas? Comienza a identificar esos problemas y diseña las soluciones desde una nueva perspectiva.