El Empresarismo es intelectualmente productivo. Es la habilidad de hacer algo de la nada; es el combustible de la imaginación y provee millones de empleos alrededor del globo. Normalmente está asociado con los jóvenes, los intrépidos, los escasos valientes que están dispuestos a dar el primer paso. Si tú, joven, tienes un sueño, una idea y/o un deseo ardiente, pero no estás dispuesto a intentarlo, ya has fracasado.

De acuerdo al Global Entrepreneurship Monitor, al menos la mitad de los trabajadores y las trabajadoras habrán actuado en algún momento de su vida laboral  por cuenta propia durante un año o más antes de llegar a la edad de jubilación. Cada compañía existente comenzó con una idea y ha crecido desde allí, ya sea Bill Gates o el innovador artesano que talla un pájaro nativo utilizando desperdicios de madera o metal.

La juventud es el futuro de nuestro país y las ideas y conceptos que provienen de sus mentes abrirán el camino. Puerto Rico está en una crisis económica y por tanto es un momento de grandes retos para los jóvenes. A pesar de la crisis, depende de ellos abrazar los aspectos positivos de Puerto Rico y construir sobre él. Es el momento de que los jóvenes comiencen a crear una fuerte cultura de 'Podemos'.

Empresarismo se define como el proceso de identificar, evaluar y perseguir una oportunidad. Aventurarse puede parecer muy temeroso para algunos. Sin embargo, debes creer en ti mismo y ser apasionado sin descanso en cuanto a tu idea. Si has hecho tu tarea y crees que va a funcionar, especialmente si el producto o servicio es necesario o de utilidad para alguien, tírate al charco.

Las destrezas son clave para construir la economía futura y dichas destrezas deben ser nutridas mediante educación y entrenamiento. Mientras más destrezas tengamos a nuestra disposición, mayor éxito empresarial surgirá. Nuevas y frescas iniciativas y expansiones de negocios son ingredientes vitales para construir nuestra economía y nuestra nación a lo grande, empoderando a los Puertorriqueños proveyéndolos de más empleo. Por esa razón, el Empresarismo debe ser conocedor y estar familiarizado en las mentes de los jóvenes, y necesita ser extendido por todo el país, desde las montañas hasta las costas y las áreas urbanas.

Una educación formal terciaria crea un mejor fundamento para el éxito empresarial. No es necesariamente esencial, ya que tenemos interminables ejemplos de empresarios exitosos sin educación formal alguna; sin embargo, es beneficioso tener una cualificación educativa que brinde aún mayor posibilidad de éxito empresarial.

La belleza del Empresarismo es que puede tomar distinta configuración y forma. A veces la total falta de destrezas puede darle a una persona la libertad de pensar distinto al marco normal de referencia, de encontrar algo verdaderamente único, un sentido de libertad ingenua. Una idea puede nacer de simplemente lograr conocer un mercado, un producto o una destreza de negocio o identificando una oportunidad dentro de lo que tú haces, o simplemente a partir de un gran instinto y de previsión. Sea cual sea la circunstancia, todos necesitamos nutrir y encomiar el espíritu empresarial para que florezca.

El sector privado tiene un papel que jugar a la hora de fomentar las mentes jóvenes y un buen medio son los internados o prácticas en empresas. Resulta de gran ayuda descubrir, mediante las rutinas y los procesos diarios, qué carrera es particularmente la que levanta más pasión en uno mismo. En muchas ocasiones, los internos logran ocupar posiciones permanentes, ya que logran poseer las destrezas necesarias para desempeñar el trabajo con confianza al estar aclimatados a la cultura de la compañía.

El Empresarismo ha sido parte de la historia de Puerto Rico. Sin embargo, no ha sido lo suficiente para crear una economía local fuerte y robusta que permita la creación de capital nativo para el desarrollo del país y de su gente. Las últimas estadísticas en cuanto a pobreza todavía señalan un alto nivel de puertorriqueños viviendo bajo los niveles de pobreza. Necesitamos crear una nueva generación de jóvenes puertorriqueños que sean progresistas, innovadores, de grandes ideales y, sobre todo, originales. El camino al éxito no es fácil y estará lleno de temores y muchos retos, pero quisiera urgirles a todos los jóvenes a seguir su pasión, aun cuando sientan que se quieren rendir. Hagan absolutamente lo mejor que puedan, y nunca se rindan. Ustedes son el futuro de Puerto Rico.