Sin embargo, con el cambiante ambiente del mercado, el liderazgo necesita ir más allá de mera responsabilidad personal y la gente necesita estar más al tanto de como se posicionan a sí mismas y sus negocios en cuanto a sus valores no solo para el presente, sino también para el futuro. En esencia, creo que es la realización lo que proveerá el catalítico para encender el crecimiento, ganar ventaja competitiva y traducir información en perspectiva accionable que impulse buenos resultados de negocio.

Como resultado, los lideres modernos de hoy necesitan ser pensadores independientes, que no solamente sean capaces de encomiar su gente a ser embajadores del negocio en donde trabajan, pero más importante que sean capaces de facilitar a otros el modificar su pensamiento y como consecuencia cumplir sus roles de ser catalíticos del cambio. A pesar de las fluctuaciones económicas, políticas internas y competencia feroz, los líderes de hoy necesitan ser campeones en su propio derecho para que puedan posicionar y movilizar sus recursos para desempeño optimo y utilización mientras a la misma vez empoderan los miembros de su equipo a cultivar una cultura en donde las generaciones actuales y futuras de liderazgo puedan optimizar su propio potencial.

John Maxwell, reconocido autor y conferenciante en el tema de liderazgo, elocuentemente lo dijo: "Un líder es uno que conoce el camino, va el camino y enseña el camino," y aunque suene simple en teoría, la realidad es que es una tarea retadora, una que no debe tomarse a la ligera. Así que ¿donde comenzamos?

Creer en su gente y sus habilidades de ver oportunidades y el porqué hacen las cosas es el punto de partida para cualquier líder, acompañado de transparencia. Si uno no tiene una cultura de respeto e integridad, termina con una cultura de culpa. De hecho, una cultura de consistencia y justicia es instrumental en ganarse el respeto y confianza de su gente. Un líder verdaderamente conoce como usar su pasión e ímpetu para resolver situaciones; sean de reto o no, sin apesadumbrarse ante ellos. Lidere mediante ejemplo y nunca se lo tome personal.

Imponga una cultura corporativa que promueva la autoestima, profesionalismo y entrega, no solo mediante coaching, mentoria y comunicación, sino también mediante ser un líder que escucha y pone los egos a un lado para conseguir los mejores resultados posible de ambos su gente y su negocio. Recuerde que la integridad puede encontrarse en todos lados en una organización y no solamente en la alta jerarquía. Tal reconocimiento encomia el acomodo de pluralidad de valores y diversidad de enfoques significando que aunque el liderazgo no puede ser copiado, aspectos del mismo pueden ser aprendidos de otros.

No tenga miedo de ensuciarse las manos, pero recuerde que usted no puede ser toda cosa para toda la gente cuando se trata de transformación de destrezas. Provéales perspectiva y guía en cómo usar sus destrezas individuales dentro del negocio con un enfoque de crecimiento operacional y estratégico. Manténganse positivo y vea las oportunidades en todo ya que siempre hay algo que aprender. El aprendizaje no para cuando uno ha alcanzado la cima. De hecho, es cuando frecuentemente uno aprende más. Siempre he dicho que si usted no aprende, se está perdiendo algo. Finalmente, base su liderazgo en la confianza, respeto y comunicación abierta.  

Dado la situación de la economía de Puerto Rico y el dinámico ambiente cambiante, los líderes de hoy día necesitan reconocer que ellos no pueden resolver los problemas de hoy con las soluciones obsoletas del ayer, sino mas bien acompañados de líderes y pensadores del futuro, necesitan demostrar flexibilidad, previsión e innovación para el futuro. Nunca pierda la perspectiva  que guiar el barco significa tener una vista desde el puente y ese aspecto del liderazgo no debe cambiar.