Un Nuevo Enfoque de Liderazgo Ante La Recesión

Es oficial; Puerto Rico es parte de una lista creciente de economías en recesión. ¿Qué deben hacer los líderes al respecto?

La inhabilidad de predecir qué nos espera, en conjunto con el desgano al cambio dentro de la mayoría de las organizaciones, significa que el camino por delante, y para sobresalir, es difícil de planear y ejecutar.

A la luz de este estado de los asuntos, las compañías tienen esencialmente tres senderos para escoger a la vez que planifican su futuro.

El primero es hacer nada o, comúnmente hablando, hacer mucho 'más de las mismas' viejas actividades y 'rituales' que le condujeron a donde están hoy. Desafortunadamente, esta ha sido la respuesta más común de parte de los negocios en Puerto Rico. Estas organizaciones viven con la esperanza que si se sientan tranquilos, despiden empleados y vigilan sus costos, los bueno tiempos volverán y sobrevivirán la recesión de manera intacta.

Sin embargo, el seguir una estrategia basada en esperanza no creará un negocio más fuerte y competitivo. Por el contrario, los negocios frecuentemente quedan debilitados y confrontan el peligro de convertirse obsoletos.

Segundo, y menos común, es la estrategia de dominación, compuesta de fusiones y adquisiciones, bajo la premisa de pensamiento que si usted compra su competencia usted estará en una posición más fuerte. Sin embargo, esta respuesta en el clima actual es una de alto riesgo. El juntar dos o más compañías en la mayoría de los casos crea problemas y más riesgos en lugar de añadir valor.

La tercera opción es evolucionar, el repensar la organización y cambiar la manera de usted hacer negocio. Esta es quizás la alternativa de mayor reto, pero es la que es absolutamente necesaria para las compañías que están ahora considerando su éxito a largo plazo.

Evolucionar requiere innovación y cambio. El liderar el cambio en una recesión es un trabajo de reto y exige de los líderes el subir a un nivel más alto e innovar en la manera de liderar.

Un buen líder, es alguien que puede lograr que otra gente le siga y compartan su visión. Richard Branson, CEO de Virgin es un buen ejemplo; sus empleados alrededor del mundo lo admiran y respetan y creen y viven su visión. Los líderes de hoy, especialmente los corporativos, necesitan poder inspirar e influenciar exitosamente a otros a creer en su visión y confiar en su juicio.

Este rasgo distintivo es difícil de encontrar a la vez que la cultura organizacional es tradicionalmente moldeada por tipos similares de gente. El pensamiento homogéneo crea un verdadero peligro de llegar a estar atascado dentro de un paradigma o una sola visión de mundo.

Los puntos de vistas diferentes y de reto son difíciles de manejar, pero puede dirigir a nuevas perspectivas de valor, un criterio clave para la supervivencia hoy día. Es muy raro que un producto innovador completamente formado salga del cerebro de una sola persona. Más frecuentemente es que una buena idea fue acrecentada por las ideas de otra gente participando en un proceso y luego enriquecida por muchos envueltos en la cadena de valor.

Complejo e incierto, este nuevo clima para muchos Puertorriqueños es un lugar de reto en el cual liderar. Puede ser sin embargo, el trampolín para una nueva oportunidad de romper de los viejos métodos y renovar una organización. Esto necesita de líderes dispuestos a ver sus roles de una nueva manera y estar dispuestos a subirse y enfrentar los retos de hoy.

La innovación no puede existir en compañías que están paralizadas por las complejidades del mundo, y tampoco pueden existir con líderes paralizados.