Hay un adagio que dice que los tiempos difíciles no duran; la gente fuerte sí.  Quizás la medida de fuerza reside no en la estámina física, sino en la fuerza mental. ¿Qué hace que algunos líderes y las organizaciones que lideran sean más sustentables?  Cuando condiciones de crisis incitan una baja económica, ¿Qué factores la gente fuerte abrazan y cómo es que han refinado su manera de pensar para navegar en tiempos tumultuosos? ¿Por qué algunas compañías sobreviven y hasta prosperan, mientras otras no?   

  
Primero, los líderes que exitosamente han resistido una baja económica reconocen el rasgo inherente positivo de la misma; los ciclos no tienen fin.  Estos líderes también reconocen que el verdadero valor de cualquier ciclo, negativo o positivo, reside en cómo pensaron durante el ciclo.

Así, cuando las condiciones económicas sumergen en crisis y muchas organizaciones dan dictámenes para manejar la situación como 'se congelarán todas las plazas vacantes,' o 'se hará un recorte del X% de empleados,' o 'los entrenamiento y seminarios de desarrollo se suspenden,' los lideres fuertes y experimentados saben que dichas declaraciones pueden enviar olas de negatividad y ansiedad a través de la organización, con el resultado final de infligir más daño. Sí, las corporaciones grandes tienen inmensos costos operacionales que requieren manejo cuidadoso, particularmente durante tiempos difíciles, pero la manera en que se puede lograr una verdadera solución requiere un enfoque sensitivo, bien pensado y efectivo.

La habilidad de un líder de agarrar oportunidades, pensar creativamente y abrazar nuevas manera de trabajar puede diferenciar la habilidad de una organización de continuar desempeñándose bien, o aún ser más exitosa durante tiempos de baja, donde la mayoría de otras empresas declinan.

No es ninguna coincidencia que uno de los más poderosos atributos de liderazgo es la habilidad de pensar.  Los líderes efectivos reconocen los pensamientos que fueron apropiados ayer, los pensamientos que son aplicables hoy y aquellos pensamientos que son compatibles para mañana y durante tiempos difíciles, saben cómo aplicarse.

Ellos entienden la importancia de manejar los costos operacionales sabiamente.  Pero este entendimiento no está reservado sólo para tiempos de baja.  Es necesario durante todo ciclo.  Por lo tanto, a pesar que el recortar empleo y achicarse es bien tentador, aquellos que han pensado correctamente durante tiempos difíciles, saben que hay maneras más creativas para manejar los asuntos de su gente.

Un desplome como el que vive la economía a nivel global puede ser el trampolín requerido para propulsar a los líderes a escrudiñar el clima dentro de su organización.  Durante tiempos difíciles los pasajeros del negocio, aquellos con desempeño mediocre quienes permanecen mayormente desapercibidos cuando las condiciones son buenas, salen a la luz cuando la necesidad de cada recurso está siendo cuestionado.  Esto marca una oportunidad para los lideres de cuestionar por qué alguna gente puede estar inactiva, desmotivada o sin compromiso.  ¿Están los líderes dirigiendo el talento en el negocio, o está el sistema a cargo? ¿Están ellos fomentando una organización que se preocupa por su talento? Si no es así, ¿Cómo pueden ellos engendrar dicha cultura?

Durante tiempos de inseguridad, la gente necesita de apoyo.  Demostrar empatía y apreciación pueden ser motivadores poderosos y costo efectivo.  También puede ser un catalizador para compartir, lo cual puede restringir altos niveles de ansiedad.  Algo simple, pero de ninguna manera una estrategia simplista incluye el decir gracias y tomándose el tiempo para preguntarle a su gente cómo verdaderamente se están sintiendo. Tales gestos pueden ayudar a los líderes a entender cómo se siente su gente y descubrir los impulsores para colaboración y trabajo en equipo.   ¿Qué cantidad de inseguridad en la vida personal de su gente esta desbordándose hacia su ambiente de trabajo? Y, ¿Cómo esto afecta adversamente la manera que ellos interactúan con sus colegas?
Igualmente de importante es dejarle saber a su gente en qué posición se encuentra la organización y cómo ellos pueden ayudar a co crear un clima conducible al éxito a largo plazo.  La gente siempre se siente menos irritada, y menos temerosa, cuando ellos saben lo que está pasando.  Cuando se les deja en la oscuridad, la imaginación de la gente corre frenéticamente creando escenarios indistintamente de si ellos saben son ciertos o no.

En el proceso de compartir la realidad, en todo momento los líderes necesitan mantener una mente abierta.  El comunicar asuntos de seriedad y el crear pánico no son mutuamente exclusivos.

Tal fenómeno aplica a través de toda la organización.  Es extremadamente importante para los lideres el ser atentos de esto con la alta gerencia.  Ellos necesitan descubrir de manera sensitiva las inseguridades inherentes de aquellos responsables por manejar la compañía y evaluar cómo están respondiendo.  Inclusive, pueden considerar una intervención para atender estas ansiedades y retar a los lideres a pensar de manera distinta durante tiempos que requieran un estado de mente diferente. Manejar talento, incentivar logros y mantener la compostura puede fomentar entusiasmo y estimular esfuerzos durante tiempos difíciles. Igualmente importante es inculcar espontaneidad bien informada y toma de decisión rápida al sistema.  Generalmente las organizaciones se toman tiempo para tomar decisiones, sin embargo durante una baja económica hay poquito tiempo para rezagarse.

Los pensadores fuertes demuestran habilidad de ver más allá de esta crisis económica y posicionan su organización para tomar ventaja del ciclo. Ellos desarrollan procesos con un enfoque a largo plazo y se aseguran de retener a la gente de su organización, en particular a aquellos en el equipo de liderazgo, que saben van a necesitar cuando la recuperación comience.  Sobre todo, ellos han desarrollado la agilidad de aplicar sus mentes a planear y ser exitosos. 

 

  Por: Victor de León