Los verdaderos líderes son auténticos.  Sin embargo, para ser auténtico usted necesita ser absolutamente honesto.
 
Pero, ¿Qué rol debe jugar el ambiente en darle el espacio a un líder, la libertad de ser honesto y auténtico? ¿Pueden los líderes en Puerto Rico ser absolutamente honestos en sus puntos de vista, aún cuando difiera del gobierno?
 
¿Pueden los líderes en su organización ser absolutamente honestos en cuanto a sus sentimientos y puntos de vista, aún cuando difieran de la gerencia?

El ambiente en su organización ¿Les brinda a sus líderes la oportunidad de ser reales?  ¿Le permite la cultura organizacional ser verdaderamente honestos, en todo respecto? ¿Verdaderamente valoramos la honestidad sin importar el costo?

¿Cuántas veces ha querido usted decir algo en una reunión, pero no lo hizo por temor o preocupación de lo que otros pudieran decir o pensar, o que a su jefe pudiera no gustarle? Cuando esto sucede, usted no está siendo honesto y por lo tanto auténtico, y escoge ser manipulado por el miedo.

Pero, por el otro lado del espectro, si usted es el gerente, cuando alguien en su equipo tiene el valor de ser honesto consigo mismo mediante hacer preguntas dificultosas o expresando un punto de vista controversial o preocupación, ¿Trataría usted a esa persona de manera honesta y no victimizándola?

Por supuesto uno debe aprender a ser honesto de una manera diplomática y amable.  Pero, algunos van tan demasiado lejos en la diplomacia y amabilidad que se olvidan de ser honesto y por lo tanto auténtico.  Honestidad primero y diplomacia segundo.  Cuando usted es honesto y no diplomático, mucha gente lo respetará y a muy pocas le caerá bien.
 
Si usted aprende a ser excelente con ambas virtudes, muchos le respetarán y a muchos le caerá bien, pero nunca a todos, porque los lideres tienen que hacer las cosas difíciles y no populares.

Ser honesto es una decisión de principios y valores.  Ser diplomáticamente honesto es una destreza adquirida que se desarrolla a través del tiempo.   

En una escala más grande, ¿estamos teniendo conversaciones en Puerto Rico sobre asuntos sensitivos? Por ejemplo, ¿somos una sociedad honesta en cuanto a nuestra agenda concierne para erradicar la pobreza, o es la agenda real el materialismo, la adquisición egoísta de riqueza, y la ventaja propia?
 
¿Es la agenda de empleo para todos una honesta en medio de esta crisis, en otras palabras, estamos atendiendo los asuntos reales con hechos reales y honestos y en la mejor manera posible?

Pudiera seguir y seguir preguntando.

Es que, ser honesto en cada respecto hace a uno auténtico, honesto con uno mismo, honesto con otros, honesto en cuanto a lo que está pasando a nuestro alrededor, honesto en cómo atendemos la realidad, honesto en nuestra agenda.  Si nosotros, por lo tanto, queremos un ambiente auténtico, tenemos que ser honestos.  Entonces el ambiente será fértil para desarrollar líderes que son reales y que se crecerán a la ocasión para lograr lo extraordinario. 
 
Cuando uno se encuentra en un ambiente donde siente que no se puede expresar para compartir su propio punto de vista honesto, la autenticidad está bajo amenaza.  Donde la autenticidad está bajo amenaza, los grandes y auténticos líderes se esforzarán aún más para emerger.

Le reto a tener una conversación valiente con su equipo en cuanto a la honestidad; en cuanto a cómo usted puede crear un ambiente honesto donde la gente informe honestamente, exprese su punto de vista honestamente, hagan evaluaciones a sus subalternos honestamente, preparen presupuestos honestamente, establezcan cuotas honestamente y establezcan metas de crecimiento honestamente.

Hago un llamado al "liderazgo honesto" que significa "liderazgo auténtico".  Hago un llamado por un ambiente honesto, donde no haya una doble vara, donde podamos confrontarnos unos a otros con confianza sobre asuntos pertinentes, rompiendo las barreras para lograr crecimiento y prosperidad para todos en Puerto Rico.