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Lectura de hoy Domingo 15 de Julio, 2012 San Buenaventura, obispo y doctor

Servicio Email de Lecturadeldia.com
"He aqu�, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrar� a �l, y cenar� con �l, y �l conmigo"
(Ap 3,20)

Servicio de Email diario con las lecturas del d�a de acuerdo con el Ciclo Lit�rgico de la Iglesia Cat�lica.

Este servicio se ofrece solamente con autorizaci�n previa del receptor.

Participa a tus familiares y amistades invit�ndoles a subscribirse a este servicio diario.


Primera Lectura
Lectura del libro del profeta Am�s 7,12-15

"Ve y profetiza a mi pueblo"

En aquellos d�as, dijo Amas�as, sacerdote de Casa-de-Dios, a Am�s:
"Vidente, vete y ref�giate en tierra de Jud�; come all� tu pan y profetiza all�. No vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario real, el templo del pa�s."
Respondi� Am�s:
"No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Se�or me sac� de junto al reba�o y me dijo:
"Ve y profetiza a mi pueblo de Israel.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Se�or.
Salmo Responsorial
Salmo 84

"Mu�stranos, Se�or, tu misericordia y danos tu salvaci�n."

Voy a escuchar lo que dice el Se�or: "Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos." La salvaci�n est� ya cerca de sus fieles, y la gloria habitar� en nuestra tierra. R/

La misericordia y la fidelidad se encuentran,la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. R/

El Se�or nos dar� lluvia, y nuestra tierra dar� su fruto. La justicia marchar� ante �l, la salvaci�n seguir� sus pasos. R/
Segunda Lectura
Lectura del Libro de los Efesios (1,3-14 )

"Nos eligi� en la persona de Cristo, antes de Crear el mundo"

Bendito sea Dios, Padre nuestro Se�or Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. �l nos eligi� en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fu�semos santos e irreprochables ante �l por el amor. �l nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redenci�n, el perd�n de los pecados. El tesoro de su gracia, sabidur�a y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, d�ndonos a conocer el misterio de su voluntad. �ste es el plan que hab�a proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra. Por su medio hemos heredado tambi�n nosotros. A esto est�bamos destinados por decisi�n del que hace todo seg�n su voluntad. Y as�, nosotros, los que ya esper�bamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. Y tambi�n vosotros, que hab�is escuchado la palabra de verdad, el Evangelio de vuestra salvaci�n, en el que cre�steis, hab�is sido marcados por Cristo con el Esp�ritu Santo prometido, el cual es prenda de nuestra herencia, para liberaci�n de su propiedad, para alabanza de su gloria.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Se�or.
Jesus el Maestro
Evangelio
Lectura del santo Evangelio seg�n san Marcos (6, 7-13)
Gloria a ti, Se�or.

"Los fue enviando"

En aquel tiempo, llam� Jes�s a los Doce y los fue enviando de dos en dos, d�ndoles autoridad sobre los esp�ritus inmundos. Les encarg� que llevaran para el camino un bast�n y nada m�s, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una t�nica de repuesto. Y a�adi�:
"Quedaos en la casa donde entr�is, hasta que os vay�is de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacud�os el polvo de los pies, para probar su culpa.
" Ellos salieron a predicar la conversi�n, echaban muchos demonios, ung�an con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra del Se�or.
Gloria a ti, Se�or Jes�s.
Cara de Jesus
Sobre las Lecturas de Hoy...
D�cimoquinto Domingo del Tiempo Ordinario

Iniciamos hoy la lectura de la carta a los Efesios. Escucharemos los fragmentos m�s significativos durante siete domingos (esto es, hasta finales de agosto). Hoy se trata de uno que, ciertamente, debemos destacar. El himno de alabanza a Dios por la obra realizada en Jesucristo. Con �l se abre pr�cticamente la carta, despu�s de las palabras de saludo del ap�stol. Se trata de un texto que, no es necesario recordarlo, tiene tal importancia que no ha de pasar desapercibido en la predicaci�n. Juan Pablo II lo cita diciendo que hemos de sentir "el deber" de hacernos nuestro este canto de alabanza ante la contemplaci�n del misterio de la encarnaci�n y redenci�n de Cristo. Y despu�s de citar expl�citamente dos fragmentos del himno, acaba diciendo: "De estas palabras se deduce evidentemente que la historia de la salvaci�n tiene en Cristo su punto culminante y su significado supremo. En �l todos hemos recibido "gracia sobre gracia" (Jn 1,16), alcanzando la reconciliaci�n con el Padre (cf. Rm 5,10; 2Co 5,18).

La llamada a evangelizar.
La llamada de Dios a Am�s, la llamada de Jes�s a los Doce, y el propio ejemplo de Pablo que habla en la segunda lectura, no son casos excepcionales, propios de un sector de los cristianos (curas y obispos, por ejemplo). Curas y obispos realizan su tarea evangelizadora de un modo m�s institucional, m�s "profesional", por as� decirlo. Pero la llamada es para todos. En este sentido, el ejemplo de Am�s en la primera lectura, es significativo: �l no es un profesional de la profec�a, vinculado a tal o cual santuario, sino que es un individuo normal, un pastor y campesino que se siente llamado a dar a conocer a su pueblo la llamada de Dios. Y como �l, todo cristiano ha sido llamado a esto: a coger el bast�n y las sandalias, a ir por el mundo sacando demonios e invitando a cambiar el coraz�n. Y en cada �poca y en cada situaci�n deber� verse qu� es lo que esto significa. En nuestra situaci�n, en una sociedad que ya no es cristiana (que es "pa�s de misi�n"), significa ante todo que la Iglesia no puede sentirse satisfecha teniendo mucha gente enrolada en consejos parroquiales, organizaciones, catequesis... como si el ideal fuera esto: que los cristianos se pasaran muchas horas en el interior de la iglesia, de manera que la iglesia se convierta en una especie de club que encierre y tranquilice a la gente. Las organizaciones de iglesia ser�n v�lidas si sirven para esto: para que los cristianos sean en el mundo verdaderos testigos de la fe.

Y significa, en segundo lugar, que la Iglesia como tal debe presentarse ante el mundo como un verdadero testigo transparente del amor de Dios. Con frecuencia la Iglesia aparece ante la gente normal m�s preocupada por tutelar las propias instituciones (por ejemplo, en determinadas defensas que se hacen de las escuelas cat�licas) o por sostener extra�as y quiz�s poco justificables normas morales (por ejemplo, con respecto a los anticonceptivos), que por hacerse solidaria de los anhelos y preocupaciones de los hombres para llevarles la Buena Nueva que JesuCristo le encarg� comunicar.

SEGUNDO ASPECTO: QU� SIGNIFICA EVANGELIZAR
Evangelizar significa dar a conocer que Dios "nos ha destinado en la Pascua de Cristo -por pura iniciativa suya- a ser sus hijos" y que ha querido "recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra", como dice la segunda lectura. Es anunciar que hay que ponerse en camino, en el camino de JesuCristo, que significa creer en �l y querer actuar como �l. Y para realizar esto, debe sentirse, de entrada, estos anhelos m�s profundos y caminar con la otra gente que tambi�n se esfuerza por realizarlos: anhelos de una vida m�s digna, de una mejor comunicaci�n entre las personas, de una riqueza mejor repartida, de una convivencia m�s agradable... Si uno lucha por todo esto (como los ap�stoles, que sacaban demonios y curaban enfermedades) empieza ya a realizar esta "recapitulaci�n en Cristo de todas las cosas" y puede convertirse en testigo cre�ble de la vida plena de hijos de Dios que esperamos. Y a�n podr�amos a�adir una �ltima cosa: para realizar esto hay un medio muy importante que es el de estar en comuni�n con los dem�s cristianos y ayudarse a vivir mejor este testimonio. Es muy importante poder tener alguna clase de grupo (puede haberlos de muchas clases) en donde profundizar la propia fe, compartirla, y ver qu� testimonio de ella damos en el mundo.

TERCER ASPECTO: EL ESTILO DEL EVANGELIZADOR
La "no profesionalidad" de Am�s, y sobre todo la misi�n de los Doce que deben partir sin llevar "ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja, ni una t�nica de repuesto" muestra un aspecto importante de la tarea evangelizadora: se es testigo de la propia fe, no para sacar de ello alguna ventaja, sino porque uno se siente vitalmente empujado a ello. Y este estilo libre e independiente es decisivo para la limpieza del mensaje (como unos acogedores de novios, que alguna vez �stos les hab�an preguntado cu�nto cobraban por su servicio, y hab�an quedado asombrados al saber que no cobraban nada. y esto hab�a sido m�s importante que mil discursos). Y esto se aplica tambi�n a las instituciones eclesiales y a la propia Iglesia: la misi�n prof�tica y evangelizadora de los cristianos y de la iglesia ser� limpia si aparece liberada de toda clase de poder de este mundo.


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