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La Navidad como truco publicitario

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Una vez más la Navidad está tocando a la puerta y junto con ella llegan una serie de tradiciones y costumbres que se consideran como parte fundamental de la temporada. Llegan el champurrado, los tamales, los buñuelos, la reunión familiar, el intercambio de regalos, etc.; y con todas esas cosas pudiéramos pensar que es una temporada bonita para quienes participan en ella. Sin embargo, hay una estadística que destruye la ilusión y nos sitúa en la realidad: el mayor número de suicidios ocurren en Diciembre, precisamente en estas fechas que todo debía ser amor y dulzura. Tal vez usted se pregunte. "¿Y quién se va a querer suicidar en la época de los buñuelos y las piernas al horno?. Al parecer hay muchas personas, tal vez demasiadas, que no toleran la presión emocional generada en estos días por venir. De eso me gustaría comentar en este Boletín; espero que algunas de estas ideas te resulten útiles
 
Gracias por reflexionar un poco,
Mario Arosemena
En este Boletin
Recuperando el sentido comun
El problema de la Navidad
El valor de la Navidad
Disfrute la Navidad
Para reflexionar
 
 
RECUPERANDO EL SENTIDO COMÚN
Comprendo que es casi imposible escapar de esa influencia que está enseñando a todos a vivir en función de las apariencias y de un ego que quiere más mientras más tiene; sin embargo, es necesario hacer un esfuerzo por corregir el rumbo. Recuerde que el problema de la época actual es que amamos a las cosas y usamos a las personas. Lo mejor que usted puede regalar en Navidad es su propia transformación personal y eso no tiene un costo económico, y si usted pone el ejemplo es muy posible que las otras personas reflexionan al respecto. Esa transformación personal no está peleada con gastar en algunos regalos y en una cena dentro de lo razonable pero parte de esa transformación personal tiene que ver con mejorar la forma como administra sus recursos financieros y con darle al dinero el valor que debe tener en la vida.
Es urgente que ajustemos nuestra escala de valores para que el dinero no sea el factor que utilizamos para medir el valor de otras personas y de nosotros mismos. Debemos evitar que el consumismo y el gasto innecesario hipotequen nuestro futuro y lo pongan en manos de un sistema económico que solo busca producir dinero, en lugar de buscar utilizar el dinero como un medio para enriquecer la calidad de vida de las personas.  Si usted no se cuida se convertirá en un esclavo de su dinero y el afán de tenerlo acabará por matarlo a usted y a todos los que lo rodean. La palabra "Navidad" no es sinónimo de gastar, no es sinónimo de presumir, no es sinónimo de estupidez. El verdadero sentido de la Navidad no tiene que ver con su tarjeta de crédito, ni con reuniones enfadosas en las que tiene que estar por cumplir; tiene que ver con su transformación interior para convertirse en una mejor persona como consecuencia de que la filosofía de vida de Cristo ha nacido al encontrar un terreno fértil en su interior.
 
El problema de la Navidad
Tener que aparentar lo que no somos
          El problema es que la Navidad trae una tradición que es angustiante y causa muchos conflictos: se le pone precio al cariño y se viven una serie de experiencias llenas de falsedad, presunción e hipocresía que someten a las personas a una gran tensión. Para muchos, la famosa cena de Navidad no es más que una tortura porque tienen que estar a la fuerza con un grupo de personas con quien solo comparten el apellido y los resentimientos.
          Desgraciadamente la Navidad se ha vuelto un truco publicitario en el que todos nos encontramos atrapados. Se ha convertido en un acto mercantil en donde lo "normal" es que la gente se endeude hasta la asfixia para cumplir con una serie de normas sociales completamente inútiles, desde pagar viajes, juguetes, esferitas y moñitos, hasta la lana de la famosa cena, que nos arde el doble porque ni siquiera podemos cenar a gusto por cuidar el estilo y los comentarios venenosos de la nuera o la cuñada que pueden ofender a Porfirio, "el hermano incomodo". El problema de la Navidad es que nos obligan a fingir un cariño, una comprensión y un compañerismo que en realidad no existe, y como parte de ese fingir se incluye gastar una lana que muchas veces no tenemos. Todos los problemas familiares, toda la soledad dejada por un divorcio o un pleito entre hermanos se siente mucho más fuerte en esta época en donde todos los comerciales hablan de la "linda familia unida".
          Por todos esos detalles "insignificantes" la Navidad es una época mucho más problemática de lo que los foquitos del árbol nos dejan ver. Es importante decidir por anticipado como enfrentaremos estas situaciones, especialmente las relacionadas con el dinero y los gastos innecesarios. No es un secreto que la situación económica está difícil y la mayoría de los analistas están recomendando mucha prudencia y madurez al momento de gastar el dinero. Creo que usted y yo deberíamos ser cautelosos al decidir la forma en que se harán los gastos de Navidad, y lo primero que tiene que tener en cuenta es que no debe gastar para "el que dirán". Hoy es más aplicable que nunca el comercial de la tele que decía "regale afecto, no lo compre" ya que el panorama económico del año que viene no es muy prometedor. Es importante que como adultos busquemos devolverle a la Navidad su sentido original, enseñando a nuestros hijos que para pasarla bien no es necesario competir con el vecino para ver quién recibe el regalo más caro.
 
TE DESEAMOS UNA FELIZ NAVIDADEL VERDADERO VALOR DE NAVIDAD
Celebrar el crecimiento personal
            El verdadero sentido de la Navidad tiene que ver con esa madurez que le permite liberarse de sus prejuicios y creencias , de sus miedos, de sus hábitos de mediocridad, de su tendencia a ser "borrego" que solo se limita a seguir al rebaño aunque este vaya directo al precipicio. Yo estoy de acuerdo que esa transformación de la persona merece una celebración ya que es algo super importante, pero esa misma transformación debe hacerlo actuar con cordura y dentro de los límites razonables. No permita que la publicidad y su ego pongan en dificultades su economía familiar y su estabilidad emocional al hacerlo gastar un dinero que no tiene para tratar de tener contentas a una bola de "barrigas aventureras" a las que nunca dejará conformes.
            Compre aquellas cosas que están dentro de su presupuesto y no se dejé guiar por lo que compró y hizo su compadre o su hermano. Sin lugar a dudas la parte más difícil es aguantar la presión de los hijos quienes son los más afectados por la presión publicitaria y exigen cosas que no son razonables, y al no tenerlas se sienten inferiores a sus amigos o primos. Es comprensible que los niños y los adolescentes sean inmaduros y se dejen llevar por  el "que dirán" pero no es justificable bajo ninguna circunstancia que los adultos nos comportemos con la misma irresponsabilidad de los niños o los adolescentes.
            Las cosas no están como para andar improvisando. Ya se acabaron los tiempos de derroche irresponsable si usted quiere tener un desarrollo sólido y estable. Cuando vemos las familias acomodadas de la ciudad nos da envidia y quisiéramos tener lo que tienen, pero la realidad es que ellos cada vez tienen más y nosotros cada vez tenemos menos. ¿Sabe por qué?. Estoy seguro que usted inmediatamente contestará: "Porque son unos piedrones y no disparan ni en defensa propia". Siento contradecirlo pero no tienen más porque son piedrones; tienen más porque ellos quieren dinero para invertirlo y producir más mientras que la mayoría queremos dinero para gastarlo, no para invertirlo. Ellos utilizan su dinero para trabajar y generar más dinero, y usan parte de lo producido para "pasarla bien".  Ellos son como el agricultor inteligente que nunca se come la semilla que necesita para volver a sembrar, porque si se come la semilla se queda sin cosecha.
 
tus regalosDISFRUTE SU NAVIDAD EN LUGAR DE PREOCUPARSE POR ELLA
Si usted le hace caso a la publicidad y se deja llevar por el afán desmedido de la presunción y el derroche le advierto que solo se buscará más problemas de los que ya tiene. Disfrute su Navidad, gaste lo que está dentro de sus posibilidades, pero no se deje llevar por lo que "la gente" hace. Sea disciplinado con el gasto y podrá pasar los tiempos difíciles sin problemas serios. Recuerde el refrán que dice: "A veces el pato nada y a veces ni agua bebe". Más vale estar prevenidos porque parece que las cosas se van a apretar un poco.
Por eso es importante no convertir la Navidad en un truco publicitario.
 

Si tienes familiares o amigos a quienes les puede servir este material, envíanos su correo electrónico haciendo clic en la imagen y con mucho gusto se lo haremos llegar sin ningún compromiso.
 
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PARA REFLEXIONAR
Para terminar te dejo con una frase de Marco Tulio Cicerón que tiene que ver con lo que hemos estado hablando:
"La necedad es la madre de todos los males..."